Rivera impulsa una moción alternativa para ir a elecciones
Cs ofrece a PP y PSOE negociar la fecha de los comicios
Ciudadanos intenta resituarse en el nuevo escenario político que ha alumbrado la repentina moción de censura presentada por Pedro Sánchez. En esta maniobra de urgencia a la que les han obligado los socialistas, Albert Rivera cree haber encontrado un sólido agarre con la exigencia de convocar cuanto antes elecciones generales y dar por amortizada la vida política de Mariano Rajoy.
“La legislatura está muerta”, afirmó ayer el líder liberal después de reunir a los 37 miembros de la ejecutiva nacional de Cs en la sede de Alcalá, dando por así cerrada la posibilidad de apoyar al PSOE siempre y cuando quiere pactar “con populistas y separatistas” y de que Sánchez no ponga como único punto de su moción la llamada a las urnas en otoño.
Rota la estrategia que habían diseñado los liberales, que pasaba por ir asfixiando poco a poco durante dos años al PP desde los bancos de la oposición, con la ayuda de la crisis independentista y las futuras sentencias de corrupción que azotarán a Génova 13, Rivera optó por responder al PSOE con la contraoferta de las elecciones. Un mensaje destinado también a replicar el “inmovilismo” del Gobierno popular.
En su intento de construir un relato coherente con su discurso en favor de la regeneración democrática, el líder de Cs ofreció escasas probabilidades de éxito para la moción presentada por Sánchez y se centró a presionar a Rajoy. Reclamó al presidente altura de miras, “que asuma la realidad”, reaccione y acepte negociar una “salida ordenada” a la actual legislatura después de que el PP se haya quedado sin apoyos en el Congreso. Es decir, negociar una salida “honrosa” para Rajoy a lo largo del 2018 y que tenga como punto final las elecciones generales.
“Debe asumir que ya no hay pacto de investidura, que el Gobierno está en minoría y en plena una crisis de confianza e institucional”, señaló Rivera como razones de peso para que el líder del PP deje que “decidan los españoles en las urnas”. Si Rajoy, advirtió el dirigente liberal, sigue “enrocado y perplejo”, su partido pondrá en marcha un plan B que pasa por pactar con el PSOE y Podemos una moción de censura “instrumental”, que sería presentada por un candidato independiente y de consenso cuyo único objetivo y misión sea la de convocar elecciones.
El líder liberal estaría dispuesto a registrar esa moción y contaría, ya de entrada, con el apoyo de Coalición Canaria. Esta propuesta “moderada y responsable”, señaló Rivera, pasaría también por garantizar la estabilidad política y económica con la ampliación del artículo 155 en Catalunya y la aprobación de los presupuestos del Estado en el Senado.
Rivera presionó sobre Sánchez para que retire su actual moción de censura y acepte negociar una nueva moción, así como la fecha de los futuros comicios. Y le pidió que escuche a algunos barones territoriales de su partido, como el presidente de Aragón, Javier Lambán, o el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, que defienden no demorar las urnas.
“Sánchez parece que prefiera llegar de cualquier manera a la Moncloa negociando con populistas y separatistas en los despachos”, lamentó Rivera, que retó al secretario general socialista a que demuestre que está dispuesto a “solventar” la crisis institucional abierta por la sentencia de la Gürtel y dejar a los ciudadanos expresarse en las urnas. Palabras que dejan bastante claro que el voto de los 32 diputados naranjas el próximo viernes se sumarán a los del PP contra la moción de censura, si no cambian mucho las cosas en las próximas horas.
Por ahora, los dos dirigentes, que en febrero del 2016 suscribieron un plan de gobierno bautizado como el “pacto del abrazo”, no han hablado todavía de la moción de censura a Rajoy. “De aquí al jueves tenemos la oportunidad de encauzar esta situación con garantías de estabilidad política y económica”, afirmó el presidente de Cs.
El líder de Ciudadanos pide al PP una salida ordenada del Gobierno y un cese honroso para el presidente