La Vanguardia

El PSOE aclama la censura y sólo alerta contra el independen­tismo

Sánchez plantea la moción contra Rajoy en términos de plebiscito: “Sí o no”

- JUAN CARLOS MERINO

La única discrepanc­ia que los fieles a Pedro Sánchez evidenciar­on anoche fue decidir si la unanimidad fue “total”, como aseguraron unos, o “absoluta”, como apreciaron otros. Aunque también hubo quien encontró el equilibrio perfecto: “Unanimidad total y absoluta”. La moción de censura contra Mariano Rajoy logró un “respaldo cerrado” del comité federal del PSOE. No hizo falta votar ni emitir ninguna resolución. Se ratificó por asentimien­to y aclamación. “Tienes un problema cuando tienes varias opciones para elegir y no sabes cuál puede ser mejor. Pero la moción de censura era la única opción, no había ninguna otra alternativ­a”, resumió a la salida un dirigente socialista.

La cita arrancó a media tarde. La presidenta andaluza, Susana Díaz, fue la última en llegar y la primera en irse, fiel a su costumbre de distinguir­se. A las puertas de Ferraz, ya fijó su posición: “Comparto la decisión de la directiva federal, pero lo que no puede haber son acuerdos ni concesione­s con los independen­tistas”. “Los que quieren romper España no pueden ser parte de la solución”, advirtió. Pero la composició­n del comité federal es ahora muy distinta a la de hace dos años, cuando los barones críticos con Sánchez lograron forzar su dimisión. Ahora, de hecho, es el veterano Quico Toscano, alcalde de la localidad sevillana de Dos Hermanas con mayoría absoluta desde 1983 y que lidera la oposición interna a Susana Díaz en Andalucía, quien preside la mesa del comité federal. Y, en calidad de tal, abrió la cita recordando que en breve el PSOE cumple 140 años, “y llevamos con orgullo en nuestras siglas la E de España”. “Con mucho orgullo”, subrayó.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se había sumado también a la entrada a la alerta de estos barones contra el voto de los partidos independen­tistas en el Congreso, ERC y el PDECat, a la moción de censura. “No sólo no contamos con los independen­tistas para gobernar sino que no aceptamos un Gobierno de España dependient­e de los grupos independen­tistas”, resaltó. Como la andaluza Díaz o el aragonés Javier Lambán, García-Page prefiere un acuerdo con Ciudadanos y con Podemos para unas elecciones anticipada­s.

No quieren concurrir a sus próximas elecciones autonómica­s llevando en la mochila ningún acuerdo con los independen­tistas catalanes. “En nuestros territorio­s no se entendería”, justifican.

Tomó la palabra ya ante el cónclave el propio Sánchez. Y aunque nadie en el PSOE tiene la certeza de

qué ocurrirá el viernes en la votación de la moción –“eso nadie lo sabe”–, Sánchez ya aprovechó para despedirse de Rajoy. “Su tiempo político acabó”, certificó. “Tenemos que poner punto y final. A Rajoy no le gusta hacer nada, pero tras la sentencia del caso Gürtel el no hacer nada se acabó”, afirmó.

Sánchez apeló de nuevo a la responsabi­lidad de los 350 diputados del Congreso para respaldar “una moción de censura constructi­va para un gobierno del PSOE, que va a garantizar el orden constituci­onal”, afirmó ante las alertas de los citados presidente­s autonómico­s. La pregunta que esos 350 diputados se tie- nen que hacer, explicó Sánchez, “es muy sencilla”. “Después de la sentencia del caso Gürtel, ¿puede Rajoy seguir siendo presidente del Gobierno?”. Y la respuesta, que planteó en términos de plebiscito, también es sencilla: “Sí o no”.

“Tendemos la mano para un gran acuerdo nacional”, insistió. Y planteó “una hoja de ruta clara”. La resumió en tres palabras: “Censura, estabilida­d y elecciones”. Es decir, nada de elecciones inmediatas si triunfa el viernes la censura. Pese a que incluso algunos presidente­s autonómico­s socialista­s lo demanden, unas elecciones inmediatas, según zanjan en Ferraz, sólo beneficiar­ían a Albert Rivera.

Sánchez aseguró que la sentencia del caso Gürtel –la primera de otras siete por venir– ya ofrece una certeza: “Gürtel era el PP, y el PP era Gürtel”. Y, tras el fallo judicial, el líder del PSOE advirtió que “el único camino que tenía el presidente del Gobierno era la dimisión”. Pero como Rajoy no asumió ninguna responsabi­lidad política ante “la magnitud de la corrupción” que aflora con el caso Gürtel, el PSOE presentó la censura, que aseguró que está “suficiente­mente motivada”, porque “no tenía otra opción”. “El PP no tiene ninguna excusa verosímil para mantenerse en el Gobierno”, criticó. Hizo, eso sí, una salvedad, al advertir que no todo el PP, ni mucho menos sus votantes, son corruptos. “No hay partidos corruptos, ni partidos inmunes a la corrupción”, admitió. “Nunca diré que el PP es un partido corrupto”, matizó. Pero sí una parte de su dirigencia. Aunque Sánchez lamentó el discurso del PP: “O yo o el caos”. “¡Pues ni Rajoy ni el caos!”, zanjó. Incluso animó al PSOE a no crispar más el ambiente, ni entrar al trapo de “las descalific­aciones” del PP, “aunque algunas nos duelan”. Por ejemplo, “nos acusan de colaboraci­ón con los terrorista­s”.

La reunión se demoró tres horas, y se sucedieron una veintena de intervenci­ones que respaldaro­n la presentaci­ón de la moción. Desde la de la presidenta balear, Francina Armengol, y el presidente de Valencia, Ximo Puig, al líder del PSC, Miquel Iceta. Sánchez cerró el cónclave. Agradeció el respaldo recibido y advirtió que la moción de censura contra Rajoy “no es una cuestión de táctica electoral, sino de ética y de qué tipo de democracia queremos: si una democracia basada en los valores o en la demoscopia”.

El aspirante socialista a la presidenci­a del gobierno se despide ya de Rajoy: “Su tiempo político acabó”

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