Y, mientras tanto…
Moción de censura o elecciones anticipadas? Según parece, esta es la alternativa posible para la política española. Y, mientras, Catalunya sin gobierno vive instalada en una transitoriedad que parece no tener salida. En este panorama, seguir diciendo que la economía no lo nota y que todo va tan bien resulta poco creíble; las magnitudes económicas dirán lo que quieran, pero cuando un país vive instalado en la incertidumbre sobre su futuro, la economía lo padece. Quizás no se nota inmediatamente, pero los movimientos sociales de base ponen de relieve cambios, fragilidades y debilidades que marcan una dirección que no es positiva.
Una moción de censura abre, forzosamente, un periodo de incertidumbre. ¿Prosperará? ¿Con qué apoyos? ¿Cuál sería el programa del nuevo gobierno? En cualquier caso, de entrada, la incertidumbre significa parálisis de la acción de gobierno y, de prosperar, quiere decir cambio. Y, mientras, el tiempo pasa, las decisiones no se toman; todo está a la espera de no se sabe qué. Si la moción prospera, quiere decir nuevo gobierno, más tiempo, más inacción al servicio de un cambio sin definir.
La moción de censura busca coincidencias para ir contra ;el a favor queda para una segunda etapa. De momento se pide expresar un deseo de cambio, aunque todos los que compartan este deseo lo entiendan de una manera diferente. Ahora, ¡fuera! Después ya hablaremos de qué hacer. En definitiva, incertidumbre, tiempo, aplazar problemas sin buscar soluciones. El panorama es muy triste. Seguramente, esto da alas a los que proponen nuevas elecciones. Como mínimo, se dice, las elecciones permitirían definir un nuevo gobierno, con un nuevo programa, y con un apoyo popular que lo legitimara. Pero ¿estamos seguros de ello?
Lo que parece fuera de duda es que nos moveremos en un escenario de coaliciones. ¿Quién con quién? ¿Con los que ahora no se entienden? Si después de las elecciones fuera posible, ¿por qué no lo puede ser ahora? Y si tan claro se ve lo que no se quiere, ¿por qué no avanzar explicando lo que se quiere? Y, mientras, los problemas están aquí, se enquistan, se hacen más permanentes, menos resolutivos. Los pensionistas ¿quieren un cambio de gobierno o que se incrementen sus pensiones? ¿De la moción de censura saldrá un camino abierto para un nuevo Gobierno en Catalunya?
A veces, la impotencia encuentra el refugio del salto adelante. Vale más hablar de quien lo puede hacer mejor que buscar propuestas para solucionar los problemas. Y un escenario como este no es el que conviene a la economía del país; en el bien entendido que, en este caso, economía quiere decir bienestar, progreso, cohesión social. Curiosamente, muchos de nuestros conciudadanos coincidirían en señalar que la crisis italiana no es buena para los italianos; y, por el contrario, cuando hacen referencia a España o al caso concreto de Catalunya parecen ignorar que la crisis del país vecino tiene las mismas consecuencias. Aplazar soluciones, generar desconfianza, vivir en la incertidumbre, cogerse fuertemente al presente para no preguntarse sobre el futuro.
El PSOE ha hecho una buena jugada con la presentación de la moción de censura; y Ciudadanos hace bien en pedir nuevas elecciones. Son estrategias partidistas que les convienen. Pero, de entrada, cualquiera de las dos propuestas lo que hace es oficializar la incertidumbre sobre el futuro. El de todos. Catalunya vivirá esta incertidumbre a la espera de ver qué pasa en el escenario global de la política española.
Y, mientras...
El PSOE ha hecho una buena jugada con la presentación de la moción de
censura; y Ciudadanos hace
bien en pedir nuevas elecciones