Nuevo golpe policial a los cultivos de marihuana
Los Mossos d’Esquadra desmantelan una organización criminal, detienen a 24 de sus miembros y desmontan nueve plantaciones
Desde el piso que se utilizaba como huerto de marihuana se ve la comisaría de los Mossos d’Esquadra de Gavà. Los dos inmuebles están tan cerca que si se hubiera arrojado un globo de agua desde el balcón habría estallado en el patio de la dependencia policial. Esa cercanía ayuda a entender mejor la total impunidad y descaro con la que trabajan ultimamente los productores y traficantes de marihuana. No les importó tener a policías de vecinos. A este piso de la ronda de Pompeu Fabra de Gavà los Mossos accedieron ayer para desmantelar el cultivo. La entrada se enmarca en un operativo policial más amplio en el que se detuvieron a 24 personas, se registraron 23 inmuebles y se desmontaron nueve plantaciones.
Los arrestados están acusados de formar parte de una organización criminal, integrada por ciudadanos españoles, que se había especializado en el cultivo y tráfico de marihuana. Buena parte de la producción se exportaba fuera de Catalunya y los investigadores han podido documentar contactos con compradores llegados directamente de Gran Bretaña para interesarse por su mercancía.
La investigación arrancó precisamente en el patio de otra comisaría, la de El Vendrell. En julio del año pasado dos individuos saltaron la valla de las dependencias policiales y lograron llegar hasta el parking. El objetivo era un vehículo intervenido el día anterior a un presunto narcotraficante. Los investigadores no habían podido abrir el coche y esperaban la autorización judicial. Una patrulla de los Mossos que terminaba su turno en ese momento descubrió a los asaltante. Habían abierto el coche con las llaves y trataban de sacar unas bolsas con 37 kilos de hachís.
La incautación del vehículo venía
La investigación empezó tras el intento de robo de 37 kilos de hachís en la comisaría de El Vendrell
precedida de un robo entre dos grupos de narcotraficantes que operaban en la comarca del Baix Camp.
En el asalto, uno de los bandos se llevó de un piso material para el cultivo de marihuana. Las dos bandas se enzarzaron después en una pelea callejera y fue precisamente la investigación de esa trifulca la que condujo a los investigadores a la detención de los miembros de ambos grupos y a la incautación del coche, además de varias armas de fuego.
Tras el asalto a la comisaría de El Vendrell los policías solicitaron a la entonces titular del juzgado número seis mantener una investigación que permitiera identificar a los miembros de la organización ante las sospechas de que estaban cultivando y traficando a gran escala.
La magistrada accedió y decretó un secreto de actuaciones que ha permitido en los últimos meses realizar escuchas telefónicas, seguimientos y poder situar a cada uno de los miembros de la organización frente a una responsabilidad concreta en la banda.
Durante estos meses, el juzgado cambió de titular y el actual magistrado ha mantenido la tutela de una investigación que se explotó ayer a partir de las siete de la mañana.
Los Mossos d’Esquadra del Àrea Central de Crim Organitzat y de la Unitat d’Investigació de El Vendrell se repartieron en 23 inmuebles y estuvieron acompañados por agentes de seguridad ciudadana del Arro y la Brigada Mòbil.
Las plantaciones se localizaron en el interior de pisos y casas unifamiliares de urbanizaciones. Los investigadores pillaron algunas de las plantaciones con los cogollos recolectados, limpios y preparados para vender, unos 25 kilos, además de 1.600 plantas de marihuana.
Desde hace dos años, los Mossos d’Esquadra, además de pesar las matas, las cuentan para tener un mejor control de la droga intervenida. Una muestra de cada plantación decomisada se envía a los laboratorios de la policía científica para que determinen su valor de pureza, sus niveles de THC, el tetrahidrocannabinol, el agente químico que provoca los efectos psicológicos de la marihuana.