Crecen un 15% las víctimas de la violencia machista adolescentes
Las mujeres y oenegés de la infancia piden más formación en la escuela
Los expertos llevan años alertando de la necesidad de concienciar desde edades tempranas sobre el machismo. Esa es la clave para acabar con la violencia de género, entre otros males. Y además que habría que hacerlo ya, porque las nuevas tecnologías (que ya no son tan nuevas) son un instrumento ideal para el control de las adolescentes, el acoso, las amenazas y los insultos. Y ahí está la prueba, los datos, que corroboran la alarma. Según los últimos datos sobre esta lacra, el número de menores que durante el año 2017 denunció ser víctima de malos tratos creció casi un 5% respecto al año anterior.
Más de 650 adolescentes han reconocido sufrir unos malos tratos físicos o psíquicos por parte de sus parejas o ex parejas. Frente a esta realidad, el porcentaje de menores varones denunciados y sobre los que pesa una orden de alejamiento u otras medidas cautelares se ha incrementado casi un 19%.
Así lo indica la Estadística de Violencia Doméstica y Violencia de Género 2017, publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística, que señala, además, que el número de víctimas de violencia de género con orden de protección o medidas cautelares se incrementó por tercer año consecutivo y es la más elevada desde el 2012. En total, se inscribieron 29.008 mujeres, un 2,6% más que el año anterior.
Además del incremento de la violencia de género en los menores, el segundo colectivo en el que más creció es el de las mujeres de entre 45 y 50 años (9,2%).
En cuanto a los varones denunciados, la cifra ascendió a 28.987, un 2,8% más. Casi la mitad de los ellos (48,5%) tenía entre los 30 y los 44 años, aunque las mayores subidas se registraron entre los menores y lo mayores de entre 70 y 74 años.
Los datos que recoge el INE en lo que se refiere a los menores de edad revelan, según las asociaciones de mujeres, la necesidad de formar a los menores para combatir los comportamientos machistas. Porque esa realidad está ahí y lo que muestran los datos son “la punta del iceberg”, señalan. De hecho,
la realidad que dibuja el Observatorio contra la Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) es aún mayor. Según su último informe, correspondiente al 2017, el número de adolescentes con órdenes de protección es de 867.
Para la oenegé Save the Children, estos datos pueden ser un indicador de que las campañas de sensibilización están favoreciendo que las víctimas denuncien más, pero siguen lanzando un mensaje muy preocupante sobre la dimensión de la violencia machista que sufren las adolescentes.
Se trata de una forma de violencia doblemente grave, porque tiene dos vertientes, la de género y la que se ejerce contra la infancia, y la respuesta debe estar centrada en la prevención. Save the Children insiste en la necesidad de que se apruebe con urgencia una Ley que proteja a todos los niños y niñas frente a la violencia y que, con el fin de prevenir la violencia machista, contemple la inclusión de una asignatura obligatoria de educación sexual. “Necesitamos escuelas que eduquen en la igualdad y en la no violencia, que no perpetúen los roles de género y que promuevan relaciones afectivas y sexuales igualitarias y seguras mediante una asignatura reglada de educación sexual en todos los niveles educativos”, explica Ana Sastre.
Esa ley de la infancia es una de las promesas del Ejecutivo que aún no se ha hecho realidad pese a que el Congreso se ha posicionado claramente a su favor.
Lo que sí parece que ha empezado a calar es la inclusión de la perspectiva de género en las sentencias, algo que establece las leyes españolas y los convenios firmados, pero que en pocas ocasiones se hace. Y por primera vez lo ha hecho el Tribunal Supremo en la revisión de una sentencia de un hombre que intentó matar a su mujer a puñaladas en su casa y delante de su hijas. La Sala de lo Penal del Supremo ha elevado de 12 años a 16 años y 8 meses de prisión la pena impuesta al acusado al entender que el delito que cometió fue un asesinato en grado de tentativa. ¿Qué es la perspectiva de género? Tomar consciencia de las experiencias y vivencias diferenciadas entre mujeres y hombres para identificar los desequilibrios de poder que existen por motivos de género. Si se hubiera aplicado la perspectiva de género en el caso de La Manada es posible que ahora no estaría una comisión estudiando los delitos sexuales en el Código Penal.
El Supremo aplica por primera vez perspectiva de género en un caso de intento de asesinato