El Cercle pide un nuevo Estatut para aumentar el autogobierno
El texto se votaría en referéndum y debería tener rango de “constitución catalana”
El Cercle d’Economia hizo ayer un llamamiento para superar la profunda crisis política que sufre España, “sin duda la mayor desde 1978”, según explica en la nota de opinión, en la que considera que la clave para su solución es abordar el conflicto catalán con un pacto para elaborar un nuevo Estatut, con rango de “constitución catalana”. Ese nuevo Estatut, que implicaría el “reconocimiento nacional”, debería someterse a referéndum en Catalunya y regularía “todas las cuestiones exclusivas de la comunidad, como la lengua, la educación, la cultura, el funcionamiento interno del autogobierno en todos los ámbitos competenciales que le son exclusivos, la ordenación territorial, administración pública y la financiación, entre otras”.
La nota de opinión, previa a las tradicionales jornadas que se celebran a finales de semana en Sitges, se centra en el llamado problema catalán, aunque a última hora se ha introducido una mención a la nueva crisis que ha estallado en el Gobierno central. “A raíz de la sentencia sobre el caso Gürtel, hemos entrado en una dinámica política que puede dificultar seriamente la estabilidad y la gobernabilidad y, en su caso, llevarnos a un adelanto electoral”.
Para el reconocido lobby de pensamiento económico que preside Juan José Brugera, la mejora del autogobierno de Catalunya y del funcionamiento del modelo territorial del Estado es la clave para desbloquear la crisis española. “La modernización española permanecerá bloqueada mientras no lo atendamos”, señala. “Ha pasado de ser un problema interno de la sociedad catalana, en términos de una fractura civil y una polarización política que impiden la gobernabilidad y la ordenada vida empresarial y dificultan la convivencia”, añade.
El Cercle insiste en su petición de “absoluto respeto a la legalidad”, pero matiza que eso puede compatibilizarse con el “ejercicio del principio democrático” para “encauzar las legítimas aspiraciones y preferencias”. Para el Cercle d’Economia, la mejora del autogobierno de Catalunya es la vía para arreglar el conflicto político.
Un autogobierno, prosigue el documento, que requiere un nuevo
Estatut, que primero debería consensuarse entre los partidos políticos catalanes y posteriormente con el Gobierno central. Para el Cercle, el origen del conflicto radica en un “error” y una “anomalía”, como fue la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut del 2006. El resultado, añade, es que “Catalunya es la única comunidad autónoma que no tiene aprobado por referéndum de sus ciudadanos su norma institucional básica” y eso explica el “amplio malestar social existente”.
Un malestar, añade, que explica que alrededor de dos tercios de los catalanes “quieren votar en una consulta para expresar su voluntad sobre la forma de integración de Catalunya en el Estado. Sin atender a esa demanda de consulta el problema político catalán seguirá empantanado”.
Junto con ese Estatut renovado, las propuestas para mejorar el autogobierno debería incluir también una reforma profunda de la financiación autonómica, y una clarificación del sistema de reparto de competencias entre el Estado y la Generalitat. “Un efecto de la actual falta de claridad ha sido obligar al Tribunal Constitucional a funcionar, sentencia a sentencia, como un órgano legislativo más”, señala.
Igualmente, pide a todos los partidos políticos con representación en el Congreso que “participen activamente en la Comisión para la evaluación del modelo autonómico”. Sus trabajos, señala la entidad, “deben ser la antesala para la convocatoria de la subcomisión parlamentaria para la reforma de la Constitución”, y el establecimiento de un nuevo modelo territorial.
Como prioridad, el documento también destaca la necesidad de “recuperar la seguridad jurídica, la confianza empresarial y la convivencia cívica”. Y en este sentido recuerda la pérdida de sedes empresariales en los últimos meses: “La primera tarea del gobierno de la Generalitat debe ser dar una señal clara de estabilidad jurídica y respeto a la legalidad. El mejor indicador de éxito en esta tarea será el retorno de sedes”. Para el Cercle, “no se pueden desconocer ni banalizar los efectos que, a medio y largo, plazo, puede acabar teniendo las salidas de sedes. Admite que, de momento, no hay deslocalización de actividad productiva y por eso los efectos sobre el PIB y el empleo no son importantes. Sin embargo, considera que esos temidos efectos podrían aparecer cuando las empresas se planteen “ampliar sus inversiones y nuevos proyectos productivos”.
ESPAÑA
“La sentencia de Gürtel dificulta la estabilidad y puede llevarnos a un adelanto electoral”
EMPRESAS
“La primera tarea del Govern debe ser intentar recuperar las sedes empresariales”