La Vanguardia

Cae Rajoy

Sánchez logra el apoyo decisivo del PNV, que se suma a Podemos, ERC, PDECat y Bildu El líder del PP rechaza dimitir para permitir que su partido siga gobernando y Cs vota contra la moción

- Enric Juliana Madrid

El adiós. Rajoy sólo estuvo en el hemiciclo durante la mañana. Por la tarde no se le volvió a ver.

Cae Mariano Rajoy, el gran incombusti­ble de la política española. El Euskadi Buru Batzar decidió apoyar la moción de censura socialista poco después del mediodía, y el lehendakar­i Iñigo Urkullu cumplió con su palabra: el presidente del Gobierno español fue el primero en tener noticia del esperado veredicto vasco.

Rajoy recibió la llamada en un restaurant­e próximo al Congreso, al que había acudido a almorzar. Encajó la noticia, la comunicó a sus colaborado­res y les advirtió que no pensaba dimitir. Rajoy ya no regresó por la tarde al hemiciclo. Pasó toda la tarde en el restaurant­e. Siete horas. Su escaño estuvo ocupado por el bolso de Soraya Sáenz de Santamaría.

De no mediar sorpresas de últi- ma hora, Pedro Sánchez será investido hoy presidente del gobierno con los votos de PSOE, Podemos, PNV, Compromís, ERC , PDECat y Bildu y Nueva Canaria. Ciento ochenta votos, si no hay cambios imprevisto­s. Será la primera vez que triunfe una moción de censura en la moderna democracia española. Será la primera vez que se invista un presidente con apoyos parlamenta­rios tan heterogéne­os. Será la primera vez que un presidente sólo disponga de 84 diputados incondicio­nales (es un decir).

En España se va a formar lo más parecido a un gobierno provisiona­l. El binomio España-Italia se halla hoy bajo observació­n internacio­nal. El centro de gravedad de la crisis italiana es una hostilidad difusa hacia el directorio europeo, por la imposibili­dad de recurrir a la devaluació­n de la moneda y por la falta de solidarida­d de la Unión ante el alud de refugiados. La crisis española gira en torno al desgaste de los viejos partidos, el desgarro generacion­al y la tentación catalana por la separación. Mientras se discutía la moción de censura, los valores del Ibex 35 subieron. El comisario europeo de Economía, Serge

Moscovici, dijo no sentir ninguna intranquil­idad por el funcionami­ento de los mecanismos democrátic­os en España.

El Euskadi Buru Batzar tomó la decisión de censurar a Rajoy una vez constatado que los soberanist­as catalanes se inclinaban por Pedro Sánchez. El PNV no quería aparecer como “el salvador” de Rajoy, junto a Ciudadanos. Muchos de sus electores no se lo iban a perdonar, en un momento en el que vuelve a haber significat­ivas movilizaci­ones sociales en Euskadi. Por ejemplo: las multitudin­arias manifestac­iones de pensionist­as en Bilbao. Además de asegurarse las inversione­s pactadas en el presupuest­o del 2018, los jeltzales han querido estar atentos al humor de la calle. Dentro de un año se deberán renovar los ayuntamien­tos y las juntas generales vascas. El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, tuvo una intervenci­ón impecable.

Dos personajes han desempeñad­o un papel importante en los engranajes de la moción de censura. Dos jóvenes políticos, muy distintos: Marta Pascal y Pablo Iglesias. La coordinado­ra general del PDECat ha mantenido una interlocuc­ión constante con el PNV y ha bloqueado los primeros impulsos abstencion­istas de Carles Puigdemont y Elsa Artadi.

Iglesias ideó la hipótesis de una segunda moción de censura instrument­al para forzar la convocator­ia de elecciones inmediatas. Una iniciativa disuasoria para la gente de Sabin Etxea.

El candidato socialista hizo los deberes. Prometió al PNV que el presupuest­o del 2018 será respetado y envió un claro ofrecimien­to de diálogo a los soberanist­as catalanes, incluyendo el establecim­iento de relaciones con el presidente Joaquim Torra, al que hace poco calificó de “racista”. El PDECat quiere regresar a la política española. Carles Campuzano lo dejó muy claro. Esquerra Republican­a, también, con el vivaz lenguaje de Joan Tardà .Lo que viene ahora será muy complejo. Hoy cae Rajoy. Mañana decae el artículo 155 en Catalunya. El guion parece escrito por Jau

me Vicens Vives. Gobernar contra Catalunya tiene un precio. Embestir el Estado español desde Catalunya, también. Empieza algo nuevo. No sé sabe muy bien qué.

Los rumores y las maniobras para que Rajoy dimitiese fueron muy intensos a lo largo de la jornada, alimentado­s desde diversos ámbitos, Albert Rivera le imploró que dimitiese para colapsar la legislatur­a e ir a elecciones, el mayor deseo de Ciudadanos. Rajoy no quiere dimitir. No quiere aparecer como el culpable último de la quiebra moral del aznarismo. Malestar en el PP. División de opiniones entre los ministros. Por una vez, Soraya Sáenz de

Santamaría y María Dolores de Cospedal estuvieron de acuerdo y defendiero­n a capa y espada que Rajoy no debe dimitir. Ambas salieron a atajar rumores.

Muy prudente, aparenteme­nte asustado –“¡sea usted más presidenci­able!”, le espetó Iglesias–, el candidato abogó por un mandato de programa limitado. Un gobierno provisiona­l.

TENSIONES EN EL PP Sáenz de Santamaría y Cospedal frenan las presiones para la dimisión de Rajoy

UNA JORNADA PARTICULAR El presidente siguió la sesión de tarde desde el reservado de un restaurant­e

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DANI DUCH
 ?? FRANCISCO SECO / AP ?? Mariano Rajoy, saludando a sus diputados, ayer por la mañana en el Congreso de los Diputados, poco antes de comenzar la sesión
FRANCISCO SECO / AP Mariano Rajoy, saludando a sus diputados, ayer por la mañana en el Congreso de los Diputados, poco antes de comenzar la sesión
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LA VANGUARDIA FUENTE: Elaboració­n propia
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