Zidane se va porque no se ve capaz de ganar más con el Real
El francés dimite porque cree que con él el equipo no puede seguir ganando
Las malas vibraciones que emitía el Real Madrid desde instantes después de ganar la décimo tercera en Kíev, con declaraciones de Cristiano y Bale poniendo en duda su continuidad y aguando la fiesta, estallaron cinco días después en forma de sorprendente dimisión de Zinédine Zidane, sin el que no se puede entender este triplete sensacional de Champions. La noticia cayó como una bomba en el madridismo, cierra abruptamente un ciclo dorado que sólo encuentra paragón en la época de Di Stéfano y arroja al club a una transición que abre todo tipo de incógnitas. Ya no se trata sólo de diseñar una plantilla en la que se mantengan las principales estrellas sino de encontrar un sucesor que esté a la altura de Zidane, lo que ahora mismo se antoja prácticamente imposible. Todo ello a sólo quince días del inicio del Mundial.
Cierto es que a lo largo de toda esta temporada Zidane había amagado varias veces con que podía irse del club al término de la misma. No lo había afirmado. Lo había dejado caer como una mera posibilidad. También lo había insinuado en febrero el capitán, Sergio Ramos: “Igual Zidane gana la Champions y es él el que se va”, afirmó. Sin embargo, en las últimas semanas la continuidad del francés en el banquillo parecía asegurada. Se le veía feliz y comprometido, ilusionado ante el reto histórico de ganar las tres Champions seguidas. “Nada me hace más feliz que entrenar al Madrid. Yo quiero seguir”, comentó antes de acabar la Liga.
Pero todo cambió a raíz del triunfo en la capital de Ucrania. Ya en los festejos del domingo en Madrid a Zidane se le vio en un discreto segundo plano. Sus discursos a la afición, en los que no habló de planes de futuro, se pueden leer ahora en clave de despedida. El miércoles por la tarde Zidane pidió cita a Florentino Pérez y le comunicó que no seguía a pesar de tener dos años más de contrato pasado. Ya hizo lo mismo doce atrás, en su etapa de jugador.
En el club nadie estaba al tanto de nada. Los jugadores mundialistas apuraban su semana de vacaciones. En la mañana de ayer la prensa fue convocada a todo correr a la ciudad deportiva de Valdebebas para una rueda de prensa con el entrenador y el presidente. La rumorología se disparó. Aparecieron juntos. Primero el presidente, con una cara de funeral que lo decía todo. Zidane fue breve. Comunicó que se iba y lo justificó por “el desgaste natural del puesto”. El entrenador dijo que “se necesita otra persona y otra metodología para mantener la inercia positiva. No creo que este equipo pueda seguir ganando conmigo”. De ahí no se le sacó mucho. Prefirió no dar detalles de cuándo había tomado una decisión que había comunicado a sus jugadores “por mensaje y con una llamada al capitán, Sergio Ramos”.
Florentino Pérez no quiso contestar preguntas pero sí quiso puntualizar que “esto no es un adiós sino un hasta luego. Zidane se merece un descanso, pero sabe que esta es su familia. No tengo ninguna duda de que volverá”.
Zidane recalcó, a su vez, que “no voy a entrenar a otro equipo. No estoy cansado de entrenar. Sólo llevo tres años. Me voy porque es el mejor momento para mí y para el equipo”. De sus casi 900 días en el banquillo blanco, su mejor recuerdo es “la liga ganada” y el peor, “la eliminación copera con el Leganés”. Preguntado si de haber perdido en Kíev hubiera seguido, comentó: “No sé. Puede ser. Soy un ganador y si tengo la sensación de que no se puede ganar, me marcho yo”.
Terminó con una sonrisa cansada: “Ahora me siento bien, no hay que estar triste. No es un día bonito, es un momento complicado, pero siempre voy a estar cerca de este club. No pasa nada. Conozco a mucha gente aquí y la relación no va a cambiar para nada”. A su lado, Florentino ponía cara de abatimiento. Horas después sus ya ex jugadores inundaban las redes sociales con mensajes de agradecimiento a Zidane. Nunca un campeón de Europa se había sentido tan huérfano.
LA SORPRESA
Nadie sabía nada en el club y los jugadores fueron informados mediante un mensaje a sus móviles
CONTRATO ROTO
Zidane se marcha cuando aún le quedaban dos años de contrato, lo mismo que hizo en su etapa de jugador