Libros junto a las vías
El Ayuntamiento recupera el proyecto del 2010 pero asume que el Estado no invertirá 40 millones
El comisionado de Cultura de Barcelona, Joan Subirats, confirma que se han recobrado los contactos con el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes para desencallar el viejo proyecto de construir la biblioteca provincial en un solar de unos 6.000 m2 contiguo a la estación de França,
Barcelona lleva más de dos siglos esperando que el Estado cumpla con el compromiso asumido en las Cortes de Cádiz de 1812 de dotar a cada capital de provincia de una gran biblioteca central, y con toda seguridad tendrá que aguardar unos años más. Sin embargo, el Ayuntamiento no renuncia a que la administración central, agitada ahora por el inminente relevo al frente de la presidencia del gobierno, salde algún día esta deuda histórica con la ciudad.
Según han confirmado a La Vanguardia el comisionado de Cultura, Joan Subirats, y fuentes del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, en los últimos meses ambas partes habían retomado las conversaciones –que no negociaciones todavía– al respecto. Unos y otros coincidían en que es necesario repensar el proyecto presentado a finales del 2010 por su elevado coste –se estimó entonces en unos 40 millones de euros– y porque el concepto de las bibliotecas ha cambiado mucho en este tiempo. Sin embargo, el Ayuntamiento mantiene sus preferencias de ubicación en un solar de unos 6.000 m2 contiguo a la estación de França, el lugar elegido en el 2006 después de que las instituciones catalanas desestimaran emplazar la biblioteca en el mercado del Born. La actual revitalización de los viejos planes de ampliación del parque de la Ciutadella es uno de los factores que explican que la demanda de este equipamiento cultural pendiente vuelva a estar encima de la mesa del Gobierno español y del que pueda sucederle en los próximos días.
Joan Subirats corrobora algo que ya constató el anterior concejal de Cultura, el socialista Jaume Collboni, cuando el año pasado se reunió con el secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo. El Estado no está dispuesto a gastar 40 millones
NUEVA ACTUALIZACIÓN
El Consistorio admite que hay que redimensionar el plan para que sea viable
de euros en la biblioteca de Barcelona. La cultura no se ha recuperado todavía de los drásticos recortes presupuestarios sufridos en los peores años de la crisis. El todavía secretario de Estado fue también el interlocutor del comisionado municipal en una entrevista que tuvo lugar en Madrid el pasado 2 de marzo y a la que también asistió en representación del Ayuntamiento el entonces director del Institut de Cultural de Barcelona, Valentí Oviedo, que muy pocos días después fue nombrado director general del Liceu. En aquella reunión se habló sobre todo de las cuestiones relacionadas con la bicapitalidad cultural y de la financiación estatal de los grandes equipamientos culturales de Barcelona,
pero también hubo oportunidad de retomar la conversación sobre la biblioteca provincial.
Subirats confirma a este diario que Ayuntamiento y ministerio estaban de acuerdo en que la biblioteca no puede responder a un modelo convencional. El comisionado apunta algunos ejemplos que tener en cuenta (Aarhus, Birmingham, Amsterdam...). El objetivo, añade, ha de ser reforzar el carácter experimental e innovador que tienen ya algunas de las bibliotecas más jóvenes de Barcelona, como la Montserrat Abelló, en Les Corts, o la instalación proyectada para el Borsí de la calle Avinyó, que asumirá los contenidos digitales y de videolab de la biblioteca Andreu Nin de la Rambla. En este sentido –y esto podría resul- tar interesante para el Estado– la biblioteca provincial de Barcelona podría ser escenario de una prueba piloto de un modelo de equipamiento cultural que después podría trasladarse a otras ciudades.
Fuentes del ministerio precisan que, efectivamente, ambas partes coinciden en que no tiene sentido una biblioteca provincial al uso, algo en lo que con toda seguridad coincidirá el próximo gobierno, porque la idea de un gigantesco almacén de libros (el proyecto del 2010 preveía un fondo de unos 600.000 ejemplares) ha quedado desfasada y porque la ciudad ya tiene un gran equipamiento que hace las veces de gran biblioteca central, la de Catalunya. Desde el ministerio se indica que en las últimas conversaciones con el Ayuntamiento se dejó abierta la posibilidad de buscar un emplazamiento alternativo, algo que no parece entrar en el plan A ni siquiera en el B del Consistorio. Rediseñar y redimensionar a la baja el original del 2010 (los tres paralelepípedos acristalados de unos 20.000m2 desuperficie construida) no sería un obstáculo insalvable, tal y como asegura Eduard Gutiérrez,
SÍ, SE PUEDE
Los arquitectos ven factible rediseñar la obra, pero aún nadie ha contactado con ellos
del equipo de arquitectos Nitidus, autores del proyecto aprobado hace ocho años. Gutiérrez explica que son conocedores de la existencia de conversaciones entre el Ayuntamiento y el ministerio, pero que, hasta ahora, ninguna de las dos partes se ha puesto en contacto con su despacho.
Los cambios de gobierno no han jugado nunca a favor de la materialización de este proyecto. El próximo relevo en la Moncloa añade, si cabe, más incertidumbre y el riesgo añadido de que, una vez más, haya que empezar de cero a dialogar con un nuevo ministro y un nuevo secretario de Estado. No obstante, el Ayuntamiento quiere creer que el gobierno español, sea del signo que sea, puede estar interesado en dejar una huella positiva en Catalunya... y un equipamiento cultural sale casi siempre más económico que, por citar un ejemplo, una infraestructura viaria. Hace un año, el PSOE, a
instancias del PSC, presentó una enmienda a los presupuestos del Estado para fortalecer las instituciones culturales catalanas que rechazó el PP. Quizás la garantía de que algún día Barcelona contará con la biblioteca que le corresponde pasa por que todas las fuerzas con opciones de gobernar España se vayan comprometiendo a acabar con el agravio comparativo que esta ciudad padece respecto a la mayoría de las capitales de provincia.