Estrasburgo condena a Lituania y Rumanía por las cárceles de la CIA
Si en el 2015 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó a Polonia por participar en el programa de cárceles secretas de la CIA, ayer sentenció a dos otros países del este europeo, Lituania y Rumanía, por la misma causa, por complicidad con este proyecto clandestino. Se les acusa de permitir que dos de los detenidos que pasaron por estos centros secretos sufrieran “tratos inhumanos” y otras vulneraciones de los derechos humanos. En concreto, se infringieron los artículos del Convenio Europeo de Derechos Humanos relativos a la prohibición de la tortura, los derechos a la libertad, a la seguridad y al respeto de la vida privada.
El tribunal dio la razón a dos presos de Guantánamo, Husseyn Muhammad al Nashiri en el caso contra Rumanía, y Abu Zubaydah, contra Lituania, que declararon haber estado detenidos en secreto en estos dos países entre el 2004 y el 2006, donde sufrieron diversas formas de violencia moral y física. Los dos demandantes siguen recluidos en Guantánamo, “en condiciones extremadamente restrictivas”, lo que impidió al tribunal comunicarse con ellos. Tuvo que buscar fórmulas alternativas, como el informe de la comisión de investigación del Senado norteamericano publicado en diciembre del 2014 sobre las torturas de la CIA, y el testimonio de especialistas.
Al Nashiri es un ciudadano saudí de origen yemení del que se sospecha que atentó en el año 2000 en Aden contra el destructor de la marina norteamericana USS Cole ,yen el 2012 contra el petrolero francés MV Limburg. Por su parte, Abu Zubaydah es un palestino apátrida sospechoso de preparar los atentados del 11-S y de ser el “número tres o cuatro” del fallecido líder de Al Qaeda Osama Bin Laden.
Las prisiones de la CIA fueron creadas y mantenidas en secreto por la agencia norteamericana de inteligencia en varios países después de los atentados del 11-S, cuando el presidente George W. Bush declaró la “guerra contra el terrorismo”.
Si, hasta el momento, ni Lituania ni Rumania han admitido la existencia de estas cárceles en su territorio –aunque hay abiertas investigaciones judiciales en los dos países–, para el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo no cabe ninguna duda. La sentencia da por probado que Rumanía acogió un centro llamado Site Black, y que Lituania también mantuvo una prisión secreta de la CIA de febrero del 2005 hasta marzo del 2006, denominado Site Violet. El fallo también prevé el pago de una indemnización de 100.000 euros a cada uno de los demandantes.