Sánchez promete distensión y diálogo a Catalunya y Euskadi
El líder del PSOE tiende puentes a ERC y PDECat, y ofrece preferencia al PNV
Pedro Sánchez será presidente del Gobierno, si Mariano Rajoy no dimite hoy. El líder del PSOE sólo podrá gobernar unos pocos meses, advierten unos. Al menos un año, confían otros. O hasta agotar la legislatura en el 2020, vaticina un rival político, “si no hace tonterías”.
Sánchez le reclamó ayer en innumerables ocasiones a Rajoy que dimitiera. “¡Dimita, su tiempo acabó! ¡Dimita y esta moción de censura habrá acabado, aquí y ahora!”, le ofreció. Fue lo primero que se quiso sacudir: la acusación de que sólo busca llegar a la Moncloa, “a cualquier precio”, sin importarle ni con quién ni para qué. Si Rajoy efectivamente hubiera dimitido ayer, la moción de censura hubiera decaído y el pretendido asalto de Sánchez a la Moncloa se habría esfumado. Pero Rajoy no dimitió y, salvo que lo haga hoy, Sánchez logró sumar una mayoría absoluta para la votación de este mediodía, con el respaldo ya adelantado por Pablo Iglesias, el finalmente confirmado por ERC y el PDECat, y el definitivo apoyo del PNV.
Sánchez fue desgranando durante toda la jornada sus promesas tanto para Catalunya como para Euskadi. Así, al PDECat y a ERC les ofreció “distensión y diálogo” para abordar soluciones a la crisis territorial. Al PNV, mantener los presupuestos que pactaron con Rajoy, aún en tramitación en el Senado y muy beneficiosos para Euskadi. Y también una relación privilegiada: Sánchez le aseguró a Aitor Esteban que buscará que el PNV sea su “socio preferente para los cambios legislativos que se puedan producir”.
En el escueto “programa de estabilidad” que el líder del PSOE desplegó, también económica y presupuestaria, incluyó la territorial. Se comprometió a “restablecer los puentes rotos” con Catalunya y a “iniciar el diálogo entre el Gobierno de España y el nuevo Govern de la Generalitat”. Todo ello, “sin alimentar retóricas excluyentes”. Aunque subrayado que su gobierno “cumplirá y hará cumplir la ley”.
Sánchez reprochó a Rajoy sus acusaciones de “vendepatrias” y de “romper España”. “Ha sido víctima de su propia estrategia como líder de la oposición”, al alentar la “confrontación territorial”, le echó en cara. “¡Su displicencia es la que ha puesto en riesgo la integridad territorial! ¡Está alimentando el debate más nocivo para la integridad territorial y para los que defendemos una España plural!”. La acusó también de alentar “una estrategia suicida para el país de confrontar territorialmente para llegar a la Moncloa”. El líder del PSOE admitió su modelo de Estado plurinacional: “Defiendo que España es una nación, y dentro de la nación española hay territorios que se sienten también nación”. Pero también le advirtió a Rajoy que no le va “a dar lecciones de amor” a España. En Catalunya, reiteró, existe un problema político al que hay que dar una solución política. “Ese problema no se resuelve escondiéndose detrás de las togas”, le recriminó a Rajoy.
Sánchez rechazó “las declaraciones y el pensamiento” del nuevo presidente de la Generalitat, Quim Torra. “Pero como legítimo representante de la Generalitat, yo me reuniré e intentaré tender puentes con él”, invitó.
A Carles Campuzano (PDECat), le agradeció la “actitud constructiva” y “la oportunidad para restablecer puentes de diálogo”. Incluso habló de “soberanía compartida”, eso sí, para “garantizar la integridad
“Dentro de la nación española, hay territorios que se sienten también nación”, afirma
territorial”. Ofreció volver a hablar de las 46 reclamaciones que Carles Puigdemont presentó a Rajoy en el 2016, o de las leyes sociales de la Generalitat suspendidas por el Tribunal Constitucional. Siempre, dijo, “dentro de la Constitución y del Estatut”. “Ahí nos podremos encontrar”, aseguró. Pero, reiteró, “el objetivo en el corto plazo es destensar”. Y “explorar” los caminos que ya ofrece la Constitución.
A Joan Tardà (ERC), Sánchez le reconoció que “partimos de posiciones muy distantes”. “No comparto que haya presos políticos, lo siento”. Pero invitó a ERC al diálogo: “Empecemos a hablar entre todos de cómo podemos resolver esta crisis”. “Hagamos camino al andar”, le ofreció a Tardà.