La Vanguardia

Amaia, el primer concierto de su vida

- Xavi Ayén

De Operación Triunfo –¡alehop!– al Primavera Sound. El salto que dio anoche la cantante Amaia –que venía, además, de representa­r a España en Eurovisión hace algo más de dos semanas– puso en contacto dos mundos muy distintos, la galaxia O.T. –paradigma del mainstream televisivo– y la galaxia P.S. –santuario de la música indie–. Con semejante movimiento, el festival barcelonés puede disputarle el lema a la multinacio­nal finlandesa Nokia y decir aquello de Connecting people.

“Para mí es increíble –admitió Amaia en la rueda de prensa anterior al concierto–, yo tampoco me lo esperaba”. Al oír que algunos entusiasta­s la calificaba­n de “nueva promesa indie”, exclamó, sorprendid­a: “No sabía yo... pero me alegro, hay que romper prejuicios. Temía que O.T. me cerrara puertas como esta, pero veo que no. No oculto que he estado ahí ni me avergüenzo, sencillame­nte paso página y sigo creciendo para crearme un sello propio”. Preguntada por su identidad musical, se movió en una indefinici­ón que su actuación posterior confirmó y que su primer disco futuro deberá resolver: “Me gusta cantar flamenco, baladas junto a un piano, también este estilo indie, pop, rock, no sé, ¿por qué no hacerlo todo?”. De su experienci­a en Eurovisión, comentó que “ha sido enormement­e dura, aunque he aprendido cosas, sobre todo, a dar entrevista­s, que antes no sabía hablar; pero creo que no encajé mucho en ese festival, me recordaba a Los Juegos del Hambre. Pero disfruté mi actuación”. ¿Y qué opina del caso Valtònyc?, preguntó alguien. “Tendría que reflexiona­r –admitió–, estoy poco informada. No lo he hecho, pero lo haré”.

Lo que, en su encuentro con la prensa, podría definirse como una actitud de adolescent­e hacendosa se mantuvo durante el concierto, celebrado en el escenario Hidden Stage –reservado a las sorpresas–, pero con una dosis de energía extra en las canciones, como si la Amaia que canta fuera una persona distinta a la Amaia que habla. El público la trató y aplaudió bien, satisfecho de sus alardes vocales. Y, bien asesorada, casi no cantó los temas que la han hecho famosa en la tele.

El eclecticis­mo fue la nota común de un concierto –“el primero que doy en mi vida, no sé qué se hace, bueno, voy a cantar y ya está”–. Empezó al piano, con un clásico del jazz de los años veinte como el Basin street blues que grabó en su día Louis Armstrong. Siguió con Alfonsina y el mar de Mercedes Sosa, se lanzó al flamenco con La malagueña, tocó la guitarra –ya junto a la banda, The Free Fall Band– con el narcotema Tuyo, versionó a los Beatles (She’s leaving home), a los Broken Bells (The high road), incursionó en el pop italiano (Senza un perchè, aquí cogió el ukelele), el rock argentino (con El mundo extraño). Pero el público no enloqueció hasta las dos últimas, Aeroplane de Neutral Milk Hotel y Reflektor de Arcade Fire, que precediero­n a un bis con Miedo, la única que sí la identifica­ba claramente con el concurso televisivo.

Cerebral, Amaia no dejó traslucir ningún sentimient­o especial por haber traspasado la puerta entre dos mundos. “Las emociones me vienen después, cuando todo ha pasado, ahora no me paro a pensar”. Ayer, sólo le faltó cantar algo así como: “Siento que actúo por primera vez”.

“No he encajado en Eurovisión, me recordaba a ‘Los Juegos del Hambre’”, afirmó la cantante

 ?? MONTSE GIRALT ?? La cantante Amaia, durante su actuación de anoche en el Primavera Sound
MONTSE GIRALT La cantante Amaia, durante su actuación de anoche en el Primavera Sound
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain