Torra acepta la propuesta del Cercle para abrir una negociación
El presidente de la Generalitat dedicó parte de su intervención a hablar de empresa
El hall del hotel Melià de Sitges, repleto de asistentes a punto de empezar las XXXIV Jornadas del Cercle de Economia, estaba ayer a primera hora de la tarde más pendiente de lo que estaba ocurriendo en el Congreso de los Diputados en Madrid que de la llegada del nuevo presidente de la Generalitat. Quim Torra fue recibido con muy pocas expectativas en su estreno como president ante el mundo empresarial catalán. Y sin embargo, sorprendió con un discurso abiertamente favorable al diálogo en el plano político y con un tono muy cercano en lo empresarial.
El presidente del Cercle, Juan José Brugera, abrió la reunión explicando la nota de opinión que la institución publicó el lunes, en
INTERACCIÓN
Torra pidió de forma expresa al Cercle que no hubiera preguntas tras su intervención
la que, entre otras propuestas, pide un nuevo Estatut para aumentar el autogobierno de Catalunya. Brugera señaló que, más allá de la moción de censura, “el conflicto catalán es la cuestión prioritaria” de la política española. Y sobre la opinión del Cercle, Torra dijo que “me parece una propuesta muy valiente e interesante. Les agradezco la voluntad de construir”. Para añadir de forma inmediata: “Nuestra apuesta es debatirlo todo. Pero les ruego que también hagan esta propuesta el sábado si viene algún representante del Gobierno español. Nosotros estamos dispuestos a hablar de todo. Para mí es muy importante la propuesta del Cercle”. Estas palabras fueron después especialmente valoradas por varios de los asistentes consultados.
Quim Torra organizó su discurso en tres elementos –empresa, historia, política– “que forman parte de mi vida”. El president no ahorró detalles en explicar que la cultura empresarial impregnó su infancia –su padre era directivo de la textil Safa– y en recordar su trayectoria de 18 años como directivo en el grupo asegurador Winterthur. Torra habló de su experiencia en fusiones y de cultura de empresa (recordó cuando en 1996, en ese mismo hotel, con Josep Cercós, después de que Winterthur adquiriera La Equitativa y Schweiz, celebraron reuniones de equipo de las que salió un nuevo lema: “Juntos somos más fuertes”).
Habló de su etapa en Suiza en un equipo internacional. De las “lessons learned: la empresa sabía que si no aprendía de los errores, no podía seguir avanzando”. Las anécdotas, el tono y el lenguaje agradaron a buena parte del auditorio. “Alguien dijo con desprecio que soy un vendedor de seguros. Yo sé lo que cuesta vender una póliza de seguros”, remachó. De esta manera, “explicando su trayectoria, ha tendido puentes y da credibilidad porque entiende la problemática empresarial”, dijo un directivo. “Hacía años que no teníamos políticos que supieran lo que es pagar nóminas”, valoró una empresaria.
“Es urgente que la política vuelva a la política. Que independentistas y no independentistas, que todos pensamos que estamos defendiendo lo mejor para el país, trabajemos juntos. Juntos somos más fuertes”, dijo Torra. “Ustedes saben como pienso, lo que defendí el 1-O, pero sé que parte del país no lo comparte, o que está dispuesto a presentar propuestas, como el Cercle. De acuerdo”. Y acogiéndose al mandato democrático, se mantuvo firme: “Las sociedades cambian, y las empresas se adaptan al entorno, Quien no se adapta, tiene números para fracasar y desaparecer”.
El presidente de la Generalitat hizo un extenso repaso a los últimos indicadores de la economía catalana, que demuestran que “en Catalunya hay una realidad incontestable, que es el dinamismo empresarial”. Pero también explicó que “la judicialización de la política ha hecho que un problema político sea imposible de resolver”. Recordó a los asistentes: “Ustedes han estado muchas veces con Junqueras, hoy habría estado aquí y no está” , y mencionó a los políticos “que no se lo merecen” y que están en prisión o en el exilio. “¿Saben lo que es ir a ver a Jordi Cuixart a la prisión? Cinco minutos de abrazo eterno. No podemos estar así. Esta deriva no puede continuar”.
En el auditorio se respiró tensión, en silencio, y hubo quien interpretó que Torra había desviado la responsabilidad de la situación, al situar la falta de diálogo en la otra parte. Sobre todo, cuando, después de su intervención, no hubo turno de preguntas. El presidente de la Generalitat pidió al Cercle de forma expresa que así fuera. Torra, según dijo, considera oportuno esperar a que esté formalizada la constitución del nuevo Govern y pueda hablar de propuestas concretas.