Mercè Conesa
El parque natural cumple 40 años como reserva de la biosfera y su gestión recibe los elogios de la Unesco
PRES. DIPUTACIÓN BARCELONA
El parque natural del Montseny cumple 40 años como reserva de la biosfera. Su gestión ambiental ha recibido las felicitaciones de la Unesco. Compaginar protección del patrimonio natural y desarrollo económico es el gran reto de presente.
Este 2018, el parque natural del Montseny cumple 40 años como reserva de la biosfera de la Unesco con un doble reto: promover un desarrollo económico sostenible en un territorio integrado por 18 municipios, a caballo entre las provincias de Barcelona y Girona, y garantizar la protección ambiental de fauna y flora.
No es sencillo: en sus 100.000 hectáreas protegidas desde el 2014 –antes sólo había 30.000– hay joyas endémicas como el tritón del Montseny, un anfibio único en la península Ibérica en peligro de extinción, o animales como el zorro, el lirón común o la jineta, que tienen que convivir con el impacto de miles de visitantes, turistas y excursionistas en épocas punta como Todos los Santos, las primeras nieves invernales o las vacaciones de verano. Pero el equilibrio hay que buscarlo también en generar oportunidades económicas sin dañar el territorio protegido, explica la directora de la reserva de la biosfera del Montseny, Joana Barber. “Nuestro objetivo es mantener la gente en el territorio para que pueda desarrollar su actividad económica, pero siempre teniendo en cuenta que su bien más preciado es el patrimonio natural y cultural que nos rodea”.
Hay ejemplos varios: gastronómicos, como la explotación de 150 cabras con las que se elaboran los quesos de leche cruda de Formatges del Montseny; artesanales, como la ropa que Laia Aguilà elabora con fieltro, a partir de la lana, en el Talleret del Clot, o artísticos, como el histórico Circ Cric liderado por Tortell Poltrona. Además, la Asociación de Propietarios Forestales del Montseny ya hace años que trabaja con diferentes planes de gestión del bosque, donde la biomasa forestal gana cada vez más peso.
“Somos un referente internacional de turismo sostenible”, explicaba ayer el diputado de Nuevas Tecnologías de la Diputación de Girona, Albert Gómez. La presidenta de la Diputación de Barcelona, Mercè Conesa, alertó que la entidad “ha analizado el proceso de desertización de buena parte del territorio, tal como nos advierten de las Naciones Unidas, que dicen que el 2050 el 70% de la población mundial vivirá en áreas urbanas”. Y advierte que “esto ya está pasando en Catalunya, donde el 70% de la población ya está viviendo en zonas metropolitanas. Por lo tanto, tenemos que encontrar oportunidades para las comunidades locales para evitarlo, para que se sientan protagonistas de un territorio con más oportunidades de futuro. Este debe ser uno de los ejes que nos deben guiar para solucionarlo”.
La responsable de Ecología y Biodiversidad de la Unesco, María Rosa Cárdenas, recordó que el Montseny fue una de las primeras reservas de la biosfera, “un programa que pasó de una conservación dura por los territorios a entender que su futuro había ir de la mano de las poblaciones locales”. “No puedo menos que felicitarles porque han hecho un buen trabajo. Son líderes en proteger la seguridad y promover su desarrollo económico y social”, señaló, con orgullo.
El parque triplicó hace cuatro años el número de hectáreas protegidas hasta sumar 100.000