Cuatro conclusiones centrales del congreso
Las conferencias Hábitat, impulsadas por la ONU, se celebran cada veinte años y fijan unos compromisos que firman casi todos los Estados del mundo. La última se celebró en Quito (Ecuador), en octubre de 2016, y se centró en los retos de las ciudades, materializados en la Nueva Agenda Urbana. “Aunque el documento aprobado no explicita las áreas metropolitanas como actor institucional, en la aplicación de los acuerdos que se está desplegando actualmente tenemos una oportunidad clave para hacer de lobby del hecho metropolitano”, señala Oriol Illa, director del Área Internacional y Cooperación de Área Metropolitana. En este sentido, las conclusiones del congreso barcelonés Post-Hábitat III Future Challenges of the Metropolis se elevarán en la agenda global como contribución singular sobre la función de las metrópolis y las conurbaciones urbanas en los retos del futuro.
1 Hay que aterrar las propuestas de la Nueva Agenda Urbana surgida de Hábitat III a una escala metropolitana: reivindicamos el “derecho a la ciudad metropolitana”.
2 Necesitamos una gobernanza metropolitana compartida, con las competencias y la financiación adecuada, así como presencia internacional y reconocimiento político internacional y nacional.
3 Hay que crear un relato metropolitano y politizar el espacio metropolitano: que sea apropiado para la ciudadanía como espacio de logro de sus derechos básicos (derecho a la movilidad, a la cultura, a la vivienda, al aire limpio, a la educación, etc.). Debe asegurarse que este relato sea compartido y esté construido de forma inclusiva y con perspectiva de género.
4 La solidaridad metropolitana es imprescindible: no queremos ciudadanos de primera y segunda.