Talla política
La corrupción se ha llevado por delante a Mariano Rajoy y su Gobierno, tras una serie de importantes desaguisados económicos en distintas comunidades. Su buena gestión en la macroeconomía nacional no ha sido capaz de evitar una caída que era evidente y se veía venir desde hace bastante tiempo. La situación a la que nos ha llevado este hecho podría alegrar a propios y extraños, pero no nos engañemos, pues vamos entrar en una etapa que no augura nada bueno.
La variopinta composición del grupo que ha sacado adelante la moción de censura hace pensar que lo que se nos viene encima va a ser un toma y daca constante, con visos de chalanería, pues algo de traición ha habido entre algunos de sus componentes.
El agua y el aceite son elementos inmiscibles, y al primer reposo en su movimiento cada uno vuelve a su forma original.
Mucho me temo que eso va a pasar en el futuro gobierno, y va a hacer falta mucha talla política para resolver los problemas de entendimiento en el gobierno central y en los autonómicos, amén de los otros muchos problemas que tiene este país.
Creo que Pedro Sánchez, aupado a la presidencia del Gobierno por una pléyade de partidos de los más variopintos colores y con sólo una fuerza de 85 diputados, va a tener durante el tiempo que tarde en convocar nuevas elecciones una serie de incertidumbres, dudas, enfrentamientos, transacciones, cesiones y un sinfín de maniobras que no auguran nada bueno para el futuro que todos esperamos y deseamos. J.L. MORILLO DE LA TORRE Suscriptor
Barcelona