Éxito del plan de reintroducción
La población del lince continuó el año pasado su expansión en la península ibérica, en donde el censo ascendía a 589 ejemplares. Esta cifra es seis veces superior a la que existía en el 2002 (los 94 ejemplares repartidos en la sierra de Andújar y Doñana), cuando se inició el plan para recuperar esta especie, que estuvo a punto de desaparecer. El ascenso se ha debido a la reintroducción de ejemplares fuera de Andalucía (Portugal, Extremadura y Castilla-La Mancha), a la colaboración con los propietarios de fincas y a la buena selección de los ecosistemas (que a veces exige la repoblación con conejos). La consolidación del lince se ha producido pese al aumento de atropellos en carreteras (31 linces, 18 en Andalucía), debidos a la mayor presencia en el territorio del lince, que ha ido colonizando zonas hasta topar con abundantes infraestructuras viarias. En el proyecto Life Iberlince participan cuatro comunidad autónomas (Extremadura, Castilla-La Mancha, Murcia y Andalucía) y dos países (España y Portugal). Su objetivo es la recuperación de la distribución histórica de esta especie mediante la reintroducción de ejemplares en las seis áreas seleccionadas en la Península. Gracias a este proyecto Life Iberlince el lince ibérico ha pasado de ser una especie “en peligro de extinción” a una especie “en peligro” (siguiendo la catalogación de la UICN).