La Cambra pide al futuro ministro de Fomento que acelere la inversión
El Estado invirtió en el 2017 en Catalunya más que los años anteriores pero menos de lo prometido
El futuro ministro de Fomento que tome el relevo a Íñigo de la Serna deberá redoblar esfuerzos y apretar el acelerador si quiere cumplir lo prometido con Catalunya. Los 4.185 millones de euros en infraestructuras anunciados por Mariano Rajoy en marzo del año pasado para el periodo 2017-2020 difícilmente serán realidad si no se aumenta el ritmo. Sería necesario dedicar más de 1.000 millones de euros anuales pero la inversión del grupo Fomento en Catalunya se quedó el año pasado en 790 millones según la Cambra de Comerç de Barcelona a partir de los datos de la Intervención General de la Administración del Estado. Esto supone un grado de ejecución del 77% sobre la inversión presupuestada, un nivel que aun así se sitúa por encima del conjunto de comunidades autónomas, en el 73,8% de media.
Si tuviera que ponerse una nota de final de curso a De la Serna en su último día de clase, podría haber sido un “progresa adecuadamente”, ya que ese nivel de cumplimiento es muy superior a los que se dieron durante los años de Ana Pastor, que tocaron fondo en el 2016, cuando sólo se ejecutó el 52,9% de lo presupuestado en Catalunya. De hecho, que la inversión real quede considerablemente por debajo de la presupuestada ha venido siendo una tónica habitual durante la última década. La única excepción fue el año 2012, cuando la finalización de las obras del AVE hasta la frontera francesa a través del túnel del Pertús disparó los indicadores. “Del 2013 al 2016 fueron años negros para las infraestructuras, en el 2017 se produce un rebote que debería mantenerse este año”, apuntó el presidente de la Cambra de Comerç, Miquel Valls.
La presentación de los datos de inversión en infraestructuras se realizaba mientras en el Congreso de los Diputados se hacía efectiva la moción de censura, así que Valls aprovechó para lanzar ya una petición al nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. “El mundo empresarial catalán vería muy bien que nombre un ministro de Fomento catalán”, dijo Valls, “es necesaria una persona que conozca las necesidades”. No sería el primero, el socialista Josep Borrell ocupó la cartera entre 1991 y 1996, llamada por aquel en- tonces de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente.
Sea quien sea la persona que se acabe haciendo cargo del ministerio, la Cambra le recuerda que la prioridad son cuatro grandes obras, todas ellas del sector del ferrocarril, al que está previsto dedicar 2.452 millones de los 4.185 que conforman el plan de inversiones 2017-2020. La que más avanzada se encuentra (y eso que aún le queda mucho trabajo por delante) es la estación de la Sagrera, que está en ejecución después de años de parálisis absoluta. En segundo lugar, el acceso ferroviario a la terminal 1 del aeropuerto de El Prat. En este caso las obras avanzaban a buen ritmo pero con un cierto retraso que no tenía en cuenta la necesidad de coordinarse con Aena. Cuando la tuneladora llegó a las puertas de la pista principal del aeropuerto se tuvo que parar porque para atravesarla es necesario hacerlo con la pista cortada al tráfico aéreo por motivos de seguridad, una situación imposible de gestionar en temporada alta, por lo que deberá esperar a reactivarse hasta otoño. Con todo, desde la Cambra instan a li-
EL NUEVO GOBIERNO DEL PSOE Miquel Valls pide a Sánchez un ministro catalán “que conozca las necesidades”
EL LEGADO DE DE LA SERNA El porcentaje de cumplimiento de las promesas repunta tras tocar fondo en el 2016
citar ya la segunda fase de las obras, correspondiente a la infraestructura ferroviaria una vez esté acabado el túnel, y a “afrontar el debate previo del modelo de explotación” porque las vías pertenecen a Adif pero la titularidad del servicio la tendrá la Generalitat, por lo que no es un aspecto baladí.
Las otras dos grandes obras son los nudos ferroviarios de l’Hospitalet y de Montcada. Se trata de dos soterramientos que beneficiarán a las ciudades correspondientes pero además permitirán mejorar considerablemente la red de Rodalies. En ambos casos se están redactando los estudios informativos y faltan años para que los vecinos empiecen a ver movimiento y aún más para que los usuarios del tren noten las mejores asociadas en su día a día. “La mayoría de la inversión este 2018 se destina a estudios informativos, no se prevé un gran grueso de ejecución”, alertó el director de estudios de infraestructuras de la Cambra, Cristian Bardají, “se están empezando a hacer papeles pero sigue sin llegar el dinero al ritmo anunciado”. En este sentido, desde la Cambra advierten de que “los plazos de ejecución no son realistas”. La tramitación administrativa de los expedientes y la gestión de los contratos en el Ministerio de Fomento se encuentran con un cuello de botella por la falta de personal en la administración general del Estado que impide agilizar la documentación previa a las obras.
La reducción de la capacidad de inversión pública en el sector tampoco ayuda. La Cambra concluye que es necesario “un replanteamiento de la política de inversiones priorizando aquellas con mayor rentabilidad social, ambiental y económica por encima de otros criterios como el equilibrio territorial”. Además, insta a incrementar los mecanismos de colaboración público-privada como complemento a la vía presupuestaria ordinaria en aspectos como el mantenimiento de las carreteras. La Generalitat apuesta por el modelo de una viñeta (pago anual de todos los conductores a cambio de acabar con las barreras en las vías catalanas) mientras que Valls considera que “el gratis total de las autopistas no es compatible con el correcto mantenimiento de las infraestructuras”. Este debate es uno de los que tendrán que afrontar el nuevo conseller de Territori, Damià Calvet, y el próximo ministro de Fomento en los siguientes meses, antes de que se empiecen a acabar las concesiones. También deberán hablar de los 853 millones de euros prometidos para reactivar la construcción de obras paradas en carreteras como es el caso del enlace entre la A-2 y la AP-7 en Castellbisbal, la conexión de la ronda Litoral y la C-32 en Sant Boi, la variante de la N-340 en Vallirana, el tramo de la B-40 entre Olesa y Viladecavalls y los nuevos accesos al puerto de Barcelona. Si no reciben un impulso presupuestario a corto plazo, en ninguno de estos casos se cumplirá el calendario de puesta en marcha anunciado.
AÚN EN LOS DESPACHOS Los soterramientos de l’Hospitalet y Montcada están en proceso de redacción
YA SOBRE EL TERRENO La estación de la Sagrera es el proyecto más adelantado entre los prometidos