Elgio: “Vienen a por mí para que vosotros no os movilicéis”
El rapero reclama libertad de expresión en el Primavera Pro
Si el jueves fue el turno de la discriminación de la mujer en la industria musical, ayer el Primavera Pro, el encuentro de profesionales de la industria musical que acompaña al Primavera Sound, se metió en otro tema de alto octanaje. Justo cuando el rapero Valtònyc ha escapado a Bélgica para evitar su entrada en la cárcel, el Pro abordó en el CCCB la situación de la libertad de expresión en España. Y lo hizo con un debate contundente presentado por Bruno Sokolowicz en el que Dani Vilaró, de Amnistía Internacional, señaló que hay una regresión clara en derechos fundamentales: recordó que en el año 2011, cuando ETA aún estaba activa, hubo en España sólo tres juicios por enaltecimiento del terrorismo, mientras que en los dos últimos años, en los que ETA ya ha cesado su actividad, ha habido 70 condenas, sistemáticamente a gente de la izquierda alternativa.
En ese sentido, el rapero de Sabadell Elgio, condenado a dos años y un día de prisión por enaltecimiento del terrorismo por las letras del grupo La insurgencia, apuntó que no se estaba persiguiendo a los raperos por sus letras sino por su ideología, y que la intencionalidad de la persecución era clara: sembrar el miedo. “No vienen a por mí para joderme la vida sino para asustaros a vosotros, para que no se os ocurra hacer un tuit, una canción, movilizaros e intentar cambiar esta sociedad que es injusta”, advirtió. La abogada Laia Serra señaló que el Código Penal español refleja la debilidad y la falta de cultura democrática del Estado –“tenemos demasiados delitos para proteger banderas, coronas, parlamentos”– y concluyó que “en libertad de expresión no siempre estaremos de acuerdo con lo que dice el vecino, pueden no gustarme sus canciones o incluso estar en contra, pero ante la duda el posicionamiento de la sociedad debe estar al lado de los productos comunicativos artísticos. Porque el techo que fijemos con ellos es para todo el mundo. Y la acción política a través de la libertad de expresión es el último reducto democrático de la ciudadanía y hay que defenderla a capa y espada”.