TRIBUNAL DE GUERRA DEL NAZISMO
Como cada esquina en Berlín, también este parque ha sido testigo de la convulsa historia contemporánea de Alemania. Justo en la entrada norte y con buena vista sobre la zona verde, se alza el imponente edificio del antiguo Reichskriegsgericht (tribunal de guerra del imperio), en el que los nazis sentenciaron a muerte a más de 1.400 personas, en su mayoría detractores del régimen de Adolf Hitler y objetores de conciencia. En la posguerra, ese edificio de fachada neobarroca en piedra con elementos clasicistas albergó durante un tiempo el Tribunal Superior Regional de Berlín, y ahora tras su robusta apariencia se esconden lujosos pisos de alquiler. En los balcones se ven tumbonas y parasoles, mientras en la verja una placa recuerda la sentencia de muerte pronunciada el 6 de julio de 1943 contra el granjero austriaco Franz Jägerstätter. Tras el Anschluss, Jägerstätter fue llamado a filas por el ejército de Hitler y se negó a combatir, alegando que su fe católica le impedía servir a la ideología nazi y luchar en una guerra injusta. Tenía esposa y tres hijas, y fue guillotinado el 9 de agosto de ese mismo año en una cárcel de Brandemburgo. La Iglesia católica le beatificó como mártir en el 2007. Es una de las varias ignominias aquí sentenciadas; otras placas y memoriales en los alrededores recuerdan a otras víctimas del infame tribunal.