Más de 50 inmigrantes mueren en dos naufragios en el Mediterráneo
Túnez toma el relevo a Libia como punto de partida de las embarcaciones
El Mediterráneo es un cementerio, un goteo incesante de muertes en sus tres rutas principales, aunque sólo vuelva a los titulares cuando llegan jornadas especialmente dramáticas como la de este fin de semana. Al menos 46 personas fallecieron ahogadas, frente a las costas de Túnez cuando la embarcación, abarrotada con unas 180 personas, volcó. Los guardacostas temen que pueda haber otros 60 fallecidos, puesto que anoche habían rescatado sólo a 68 supervivientes.
En el Egeo murieron ocho inmigrantes –seis de ellos niños– al hundirse la lancha rápida que los llevaba de Turquía a Grecia.
Esta es la peor catástrofe en lo que va de año frente a Túnez, que se ha convertido en la nueva vía de acceso hacia Italia, desde que el Gobierno italiano llegara a un acuerdo con las autoridades de la caótica Libia para que frenaran la ruta por su territorio.
El portavoz del ministerio de Defensa tunecino, Rachid Buhula, indicó que los migrantes procedían de varios países. Entre los fallecidos la mayoría son tunecinos, aunque también hay nacionales de Costa de Marfil, Mali, Marruecos y Camerún.
La alarma saltó la noche del sábado. Un aviso de emergencia en el que se anunciaba que había un barco de pesca a punto de hundirse con numerosos emigrantes, a unas 16 millas de Sfax, la segunda ciudad del país. Unidades de la guardia marina se desplazaron a la zona donde varios de los migrantes, sin saber nadar, habían caído fatalmente al agua.
Además de los problemas en la ruta libia, la crisis económica que sufre Túnez ha empujado a muchos jóvenes a intentar cruzar a Europa. En marzo las autoridades rescataron una embarcación con 120 migrantes que intentaban llegar a Lampedusa y había quedado a la deriva.
Tras un fuerte repunte entre septiembre y octubre del año pasado, al final de año las salidas habían bajado, como suele ser habitual por el comienzo del mal tiempo. Sin embargo, este año han vuelto a repuntar, aunque no en las cantidades de los años precedentes. Así, por ejemplo, si este mayo llegaron a las costas italianas unos 4.000 migrantes, en el mismo mes del 2017 fueron casi 23.000, y en el 2016 unos 20.000.
También ha habido muertes en las otras dos rutas mediterráneas hacia Europa, la española y la griega. En esta segunda, mucho más dramáticas: murieron nueve migrantes (seis eran niños) al volcar la lancha rápida con la que se desplazaban desde Turquía. Otros cinco fueron rescatados y a uno se lo dio por desaparecido.
Las cifras de esta ruta se han reducido drásticamente frente a la gran crisis de hace tres años, cuando más de 857.000 personas cruzaron a Grecia a través de Turquía. Tras el acuerdo del 2016 entre Ankara y Bruselas, esta ruta se ha reducido mucho, aunque sigue sien- do el segundo punto de entrada de migrantes.
Por la zona española, Salvamento Marítimo rescató a 240 personas, distribuidas en once embarcaciones en el estrecho de Gibraltar. Sin embargo, en una de las barcas, con 41 migrantes, al parecer uno de ellos se ahogó tras hundirse. Ayer no se había podido recuperar el cuerpo.
Y hoy será otro día, a la espera de nuevas embarcaciones. Conforme mejore el tiempo, se prevé que las mafias puedan aumentar el tráfico de personas.
Las cifras finales varían según las fuentes y son siempre provisionales. La ONU habla de 22.500 migrantes, en lo que va de año. La Organización Internacional de las Migraciones la sube a más de 32.000.
NAUFRAGIO EN EL EGEO Nueve migrantes, seis de ellos niños, se ahogan camino de Grecia
TAMBIÉN EN EL ESTRECHO Salvamento Marítimo busca a un joven que cayó de una de las once lanchas interceptadas
Otras 60 personas pueden haber muerto en la embarcación que partió de Túnez