La derecha antimigratoria gana en Eslovenia pero sin mayoría suficiente
El Partido Democrático de Eslovenia, una fuerza conservadora y opuesta a la inmigración, ganó ayer por amplio margen las elecciones legislativas en Eslovenia con más del 90% del voto ya escrutado.
El partido está dirigido por el ex primer ministro Janez Jansa y su triunfo no le garantiza el poder. No llega a la mayoría absoluta y durante la campaña ninguno de sus rivales se ha avenido a pactar con él.
En segundo lugar, y con más probabilidades de formar una alianza de gobierno, está el líder del centro izquierda, Marjan Sarec. El voto, en todo caso, ha sido muy fragmentado. A las elecciones se presentaban 25 partidos y, según los resultados preliminares nueve entrarán en el Parlamento.
El Partido Democrático obtuvo alrededor del 25% de los votos y la lista de Marjan Sarec, un 12,5%. La diferencia es notable y ésta obligará a Sarec a buscar, por lo menos, el apoyo de otros dos partidos. La participación estaba previsto que apenas superara el 50%.
Jansa, que ha sido dos veces primer ministro, admite que su línea dura contra la inmigración le ha aislado del resto de formaciones políticas. Eslovenia es un pequeño país balcánico, conservador de sus costumbres, pero también tolerante, donde no ha caído bien que Jansa sea un aliado político del primer ministro húngaro, el nacionalista Víktor Orban, y como él, defienda que el dinero que se utiliza para acoger a los inmigrantes se destine al las fuerzas armadas. Jansa hizo campaña con un lema copiado de Donald Trump: “Eslovenia primero”. Todo un guiño, asimismo, a la primera dama estadounidense, Melania Trump, que es eslovena.
La inmigración, en todo caso, no es un problema tan grave en Eslovenia. Sí lo fue en el 2015, cuando medio millón de personas cruzaron este país de dos millones de habitantes camino del norte de Europa. Pero muy pocos se quedaron.
Quien se ha estrellado en las urnas ha sido el actual primer ministro, Miro Cerar, a pesar de que la economía va muy bien, con un crecimiento previsto para este año del 5,1%. Sin embargo, la maltrecha sanidad pública y la debilidad del sistema de pensiones –consecuencia de la austeridad impuesta por Bruselas– le ha pasado factura. “Quiero cambios a mejor, especialmente en el sector sanitario y en la justicia”, declaró a la agencia Reuters una maestra jubilada. “Me ha decepcionado mucho el actual gobierno y por eso no les he votado”. Prueba de este malestar es que Cerar rondaba anoche apenas el 10% de los votos.
Casi empatados con el centrista Cerar estaban tanto el partido de La Izquierda como los socialdemócratas. Es posible que una coalición del centro izquierda obtenga una mayoría de los 90 escaños del Parlamento. Jansa, aun así, como ganador de las elecciones, tendrá prioridad para formar gobierno.