La indemnización por el accidente de Ángel Nieto divide a su familia
Belinda Alonso, viuda del piloto, acepta una indemnización de 900.000 euros del seguro
Era el verano del año pasado. Ángel Nieto, motorista pionero en un país de motoristas, 12+1 títulos mundiales, había salido en el quad. Necesitaba comprar un foco para su casa en Eivissa. En esas fechas, las principales carreteras de la isla son un hervidero. Se detuvo en la carretera, señalizando un giro: debía entrar en el aparcamiento de la tienda. Por detrás, una conductora no le vio. Arrolló el quad.
Ángel Nieto murió una semana más tarde. Dejaba un legado de compleja resolución. Un ejercicio de peso para letrados y jueces.
Ángel Nieto y Belinda Alonso nunca llegaron a casarse. Pero habían compartido 36 años. Y tenían un hijo en común, Hugo (17). Antes, Nieto había estado casado con Pepa Aguilar. De allí hay otros dos hijos: Gelete (41) y Pablo (38). Y un asunto pendiente: Nieto y Aguilar nunca habían formalizado su divorcio (aunque estaban separados legalmente). Ambos habían reformado su vida, pero ningún papel lo corroboraba.
Cada una de las partes negoció la indemnización de manera independiente, porque así lo permite la legislación vigente. Antonio Miama ha sido el abogado de Pepa Aguilar, Gelete y Pablo. Belinda Alonso y su hijo Hugo se encomendaron a Javier Leiva.
En este proceso, los resultados han sido dispares. En abril, tras una larga negociación, Belinda Alonso y su hijo Hugo aceptaban una indemnización de 900.000 euros: 600.000 para ella y 300.000 para el hijo. Pagaba la aseguradora del vehículo que provocó el accidente.
La otra rama, que no ha resuelto su negociación, no se tomó a bien el asunto.
Gelete Nieto se posicionaba esta semana. Según El País, dijo:
–Nosotros no sabíamos nada y nos ha sorprendido. Entiendo que ese acuerdo dice que la culpa del accidente la tuvo mi padre, algo con lo que no estamos conformes y creíamos que Belinda tampoco.
Javier Leiva, abogado de Belinda Alonso y Hugo, plantea su versión:
–Durante muchos años, Ángel Nieto y Belinda Alonso han sido pareja de hecho, así que a ella le co- rrespondía su indemnización, igual que a Hugo. Nosotros entablamos una negociación con la aseguradora. Al final, optamos por la indemnización de 900.000 euros, un acuerdo absolutamente satisfactorio. Tanto Gelete como Pablo Nieto pueden seguir reclamando su parte, porque cada perjudicado puede plantear su reclamación sin que ello beneficie o perjudique a los demás. El caso no está cerrado. De hecho, nosotros mantenemos la vía penal. Queremos esclarecer lo que ocurrió de verdad.
Según fuentes próximas al caso, es posible que Ángel Nieto llevara el casco desabrochado.
Esa posibilidad alargó la negociación, que se había convertido en un galimatías jurídico y un sinvivir para los descendientes de Ángel Nieto. Una hipotética negligencia puede rebajar sustancialmente la cuantía de la indemnización. Belinda Alonso y Hugo optaron por cerrar su parte.
Ahora hay otro asunto pendiente. Se trata de la herencia familiar. Ángel Nieto deja propiedades. Entre ellas, la casa de Eivissa, cuya titularidad está dividida en varias partes. Belinda Alonso tiene la mitad. Pepa Aguilar, Gelete y Pablo, la otra.
Fuentes próximas al caso han desmentido ningún tipo de enfrentamiento por aquella casa. Amistosamente, se ha acordado ponerla a la venta. El pago se repartirá según corresponda.
En todo este proceso, Belinda Alonso ha preferido mantenerse al margen.
Se reserva su posición, guardando un luto discreto, hermético. Prefiere evocar su vida junto a Ángel Nieto, los proyectos que ambos se habían marcado: estaban buscando una casa en Manacor, cerca de Hugo, su hijo, que lleva casi dos años jugando al tenis en la academia de tenis de Rafael Nadal.
–En los últimos tiempos, tras dejar la televisión (había sido comentarista de motor durante dos décadas), Ángel decía: ‘Ya tengo setenta, vamos a disfrutar de Hugo’. Estábamos buscando la casa en Manacor –contaba Belinda Alonso a La Vanguardia–. Aquel es un lugar muy bonito, una zona de calas con la sierra de Tramontona como fondo. Sus otros hijos ya son mayores, tienen su vida, así que Hugo se había convertido en la ilusión de Ángel. Estaba muy orgulloso de que Hugo hubiera apostado por el deporte. Y estaba muy contento de que no le hubiera dado por las motos.
“El caso no está cerrado; los hijos de la primera mujer pueden reclamar al seguro”, dice Javier Leiva, letrado de Alonso
El acuerdo por la herencia parece resuelto: la casa de Eivissa está a la venta y su pago se repartirá