La Vanguardia

La plaza dura por excelencia prolonga su estado de abandono

La mejora del espacio de Països Catalans sigue pendiente del acuerdo entre Ayuntamien­to y Adif

- DAVID GUERRERO

Los únicos que pasan más del tiempo estrictame­nte necesario en la plaza Països Catalans son los skaters. El resto la cruzan con prisa. Nadie se sienta a descansar en la plaza dura por excelencia de Barcelona, que este mes cumple 35 años desde su inauguraci­ón.

El estado de provisiona­lidad, debido a las obras del AVE, en el que vive desde hace más de una década el espacio público que da acceso a la estación de Sants ha acabado provocando un aire de abandono en un lugar que siempre ha contado con acérrimos defensores y detractore­s. La obra de los arquitecto­s Albert Viaplana y Helio Piñón, con la colaboraci­ón de Enric Miralles, fue un símbolo del nuevo urbanismo que en los ochenta ponía a la capital catalana en el mapa internacio­nal. En 1984 obtuvo el premio FAD de arquitectu­ra aunque desde entonces ha ido perdiendo elementos.

Sobreviven la caracterís­tica pérgola que cruza la plaza y el palio monumental pero ni el reloj, ni las fuentes ni los bancos que pu- sieron sus creadores están ahí. Del suelo de granito cada vez quedan menos piezas, las sucesivas obras se van parcheando con cemento. Por otro lado, una de las estructura­s de acero más pequeñas lleva tiempo rodeada de unas vallas para evitar que la gente pase por debajo aunque se han caído y ni tan siquiera se han molestado en levantarla­s.

Desde el Ayuntamien­to de Barcelona reconocen que la plaza, a día de hoy, no está como tendría que estar. La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, apuesta por “una transforma­ción global respetando los elementos patrimonia­les y arquitectó­nicos” y dándole un “aspecto más funcional”. El gobierno municipal no ahonda en más detalles ya que es un trabajo coordinado con el administra­dor de infraestru­cturas ferroviari­as (Adif), titular de los

UN PRIMER PASO SIN FECHA Unas compuertas a ras de suelo sustituirá­n los grandes módulos con salidas de emergencia

terrenos en los que se levanta la plaza, que no deja de ser otra cosa que la losa sobre la playa de vías de la estación de Sants. Fuentes de Adif aseguran que hay reuniones y un diálogo constante entre ambas administra­ciones para llevar a cabo la esperada actuación urbanístic­a pero evitan dar un calendario ni más concrecion­es.

De momento, lo único que hay seguro, aunque sin fecha, es la eliminació­n de los cuatro módulos con salidas de emergencia de los andenes que rompen por completo la estética de la plaza. El proyecto ya está redactado y licitado, únicamente falta hacer las actuacione­s previas y ponerse manos a la obra. Las grandes cajas metálicas llenas de grafitis se sustituirá­n por compuertas basculante­s colocadas a ras de suelo, eliminando así los obstáculos físicos presentes desde el 2012.

Hace dos años ya se sustituyer­on dos de los módulos. Una vez se eliminen el resto de elementos que debían ser provisiona­les, la plaza volverá a la situación de hace diez años en la medida de lo posible, aunque aún falta por conocer el alcance de la remodelaci­ón que hay en la cabeza de Sanz y su equipo. Su excompañer­o de gobierno municipal, el socialista Daniel Mòdol, impulsó un plan de protección de espacios públicos singulares cuando era concejal de Arquitectu­ra y Paisaje Urbano. El primero que quería proteger Mòdol era precisamen­te la plaza Països Catalans, abogando por la preservaci­ón de unos elementos que actualment­e no están catalogado­s de ninguna manera y cuya singularid­ad ha dejado anécdotas como la de Alfonso Guerra cuando visitó Barcelona poco antes de los Juegos Olímpicos. El entonces vicesecret­ario general del PSOE confundió el gran palio de la plaza con una gasolinera, según explicó en su momento el alcalde Pasqual Maragall.

La incógnita es si el Ayuntamien­to, ahora sin Mòdol como concejal, incorporar­á algo de verde al espacio urbano tal y como viene haciendo en las principale­s actuacione­s urbanístic­as el gobierno de Colau. Fuentes conocedora­s de las negociacio­nes entre Adif y el gobierno municipal apuntan que las posibles actuacione­s van más encaminada­s a la colocación de bancos –como ya había originalme­nte– y otros elementos que la hagan atractiva para los ciudadanos pero manteniend­o siempre el espíritu original de Viaplana y Piñón, con sus elementos singulares.

El proyecto va más lento de lo esperado ya que se está trabajando en una reorganiza­ción urbanístic­a global que aúne las necesidade­s urbanístic­as y ferroviari­as y suponga un acuerdo global entre Ayuntamien­to y Adif sobre las actuacione­s arquitectó­nicas previstas en el interior de la estación y la mejora de la circulació­n rodada en los accesos a la estación.

A la espera de un acuerdo entre las dos admnistrac­iones implicadas, en el entorno sí que hay movimiento. Estos días están a punto de acabar las obras de reurbaniza­ción de la esquina en la que desembocan la calle Provença y las avenidas de Roma y Josep Tarradella­s. Justo en esta confluenci­a es donde se hizo uno de los pozos a través de los que se ejecutaron las obras del túnel del AVE que cruza Barcelona, las mismas que obligaron a colocar en medio de la plaza Països Catalanes los grandes módulos con las salidas de emergencia de la cabecera norte de la estación. Los trenes empezaron a circular por el túnel pero la zanja seguía ahí pendiente de una reurbaniza­ción que ha tardado más de cinco años. Curiosamen­te en esa esquina se encuentra la Consellerí­a de Territori i Sostenibil­itat de la Generalita­t. Desde 2012, cada vez que Santi Vila, primero, y Josep Rull, después, se asomaban a los ventanales de su despacho veían un gran agujero en el que se acumulaba la suciedad. El nuevo conseller, Damià Calvet, también lo conoce bien porque era secretario de Territori cuando el Ministerio de Fomento aplazó la urbanizaci­ón de la zona. Una vez esté instalado en su nuevo despacho podrá ver cómo dan los últimos retoques al antaño agujero negro ahora convertido en una discreta rejilla metálica, necesaria como hueco de ventilació­n de la cabecera norte de la estación de Sants. Alrededor se han plantado árboles y se ha dado un toque de verde que contrasta con la plaza Països Catalans.

El tramo de la calle Provença reurbaniza­do contará con aceras de más de cinco metros a cada lado, un carril de circulació­n para vehículos, un carril bus y un carril bici bidireccio­nal. Adif prevé que a partir de la segunda quincena de este mes ya se reabra a la circulació­n. Dicha actuación se incluye en el paquete de algo más de 30 millones de inversión adjudicado hace tres años por Adif y que incluye la construcci­ón de tres nuevas salidas de emergencia en el túnel de alta velocidad a su paso por debajo del Eixample.Desde hace un mes se están realizando los trabajos previos y a partir de septiembre se perforará con una tuneladora vertical en la confluenci­a de las calles Provença con Urgell, Mallorca con Nàpols y Mallorca con Independèn­cia.

MEJORA DEL ENTORNO La plaza espera su turno mientras Provença finaliza su urbanizaci­ón cinco años después

PROYECTO POR DEFINIR El Ayuntamien­to quiere un lugar más funcional pero que mantenga los elementos icónicos

 ?? MANÉ ESPINOSA ?? Una pirueta compleja. El proyecto de reforma deberá encontrar el equilibrio entre el maltrecho diseño original y las nuevas necesidade­s
MANÉ ESPINOSA Una pirueta compleja. El proyecto de reforma deberá encontrar el equilibrio entre el maltrecho diseño original y las nuevas necesidade­s
 ?? MANÉ ESPINOSA ?? La reurbaniza­ción del final de la calle Provença ha incorporad­o jardinería donde había una gran zanja
MANÉ ESPINOSA La reurbaniza­ción del final de la calle Provença ha incorporad­o jardinería donde había una gran zanja

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