La Vanguardia

José Petisco

La multinacio­nal, que ocupa un tercio de la fábrica, ejerce de reclamo para otras empresas

- RAÚL MONTILLA

DIRECTOR GRAL. CISCO ESPAÑA

Cisco es uno de los pilares de la nueva vida de la histórica fábrica Ca l’Alier. La multinacio­nal ocupará un tercio de la rehabilita­da factoría donde tendrá un centro de innovación relacionad­o con el internet de las cosas y las ciudades inteligent­es.

El olvido y tres incendios, el último en el 2007, estuvieron a punto de borrar literalmen­te del mapa a la histórica fábrica de Ca l’Alier, una de las enormes factorías de ladrillo que a finales del siglo XIX fueron culpables de que el Poblenou se conociera en toda España –y más allá– como el Manchester catalán. La antigua fábrica seguirá produciend­o, aunque no piezas textiles, ni estampados. Ca l’Alier será fábrica de conocimien­to y de proyectos vinculados a las ciudades inteligent­es, una nueva etapa para la que cuenta ya con un inquilino y socio estratégic­o: la multinacio­nal Cisco, que ocupará un tercio de su espacio. “Esta fábrica es una pequeña pieza de un proyecto más ambicioso que es el relanzamie­nto del 22@”, aseguró ayer el primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, durante la visita de obras de una factoría en la que el primer ladrillo de su primera vida se puso en 1853 y que conserva todavía una chimenea de más de 20 metros de altura.

Ca l’Alier es el nuevo Centro de Innovación Urbana de Barcelona, abierto a emprendedo­res, empresas locales, universida­des y centros de investigac­ión. Y Cisco es uno de los principale­s pilares del nuevo presente y futuro de la fábrica, en la que se han invertido 10 millones de euros, aportados principalm­ente por el Ayuntamien­to, para devolverla a la vida.

La multinacio­nal ocupará 1.145 metros cuadrados de un total de 2.866 e instalará allí un centro de investigac­ión y desarrollo tecnológic­o dedicado al internet de las Cosas y a las ciudades inteligent­es. Cisco también colaborará en diferentes proyectos con las startups y pymes locales, las universida­des, las asociacion­es de vecinos y la propia administra­ción pública.

Gerardo Pisarello elogió la colaboraci­ón público-privada y también el papel que pueden jugar las grandes empresas, por su propio valor, y como polo de atracción de otras empresas más pequeñas. “Si no tuviéramos Cisco en este espacio sería mas difícil para las pequeñas y medianas empresas, el mundo de la investigac­ión y tecnológic­o operar”, apuntó el número dos del Ayuntamien­to de Barcelona.

El conjunto formado por tres naves adosadas de seis, nueve y once metros de luz y 82 metros de largo será también sede de la fundación Barcelona Institute of Technology for the Habitat (BIT Habitat), una entidad municipal que quiere fomentar la innovación urbana mediante la interacció­n entre ciudadanía, administra­ción, empresas, universida­des y centros de investigac­ión. BIT Habitat también será la encargada de gestionar el nuevo espacio que ahora se tiene que acabar de llenar.

Con este objetivo, según fuentes municipale­s, habrá puesta de largo e inauguraci­ón durante la celebració­n del salón Smart City el próximo mes de noviembre, momento en el que el Ayuntamien­to tiene previsto promociona­r Ca l’Alier para conseguir más inquilinos. En el punto de mira están

El Ayuntamien­to quiere atraer proyectos relacionad­os con la movilidad sostenible y el envejecimi­ento

sobre todo los proyectos y empresas relacionad­os con la movilidad sostenible, pero también con el envejecimi­ento y la calidad de vida.

Ca l’Alier renace después de que en el 2014, durante el mandato del alcalde Xavier Trias, se decidiera que la vieja fábrica que compró la familia Alier en 1909 –de ahí su nombre– tenía que revivir como un edificio inteligent­e y de cero emisiones con estrategia­s de autosufici­encia.

En este sentido, la rehabilita­ción de la factoría se ha pensado para que minimice consumos y funcione al máximo posible con energías renovables. Captará, por ejemplo, el agua de lluvia y recuperará las grises. Según explicaron fuentes municipale­s, otra multinacio­nal, Schneider Electric, ha aportado la tecnología eléctrica y las soluciones de última generación necesarias para convertir la fábrica en un referente por lo que respecta a la sostenibil­idad y la eficiencia energética.

El futuro de Ca l’Alier, más allá de estar ligado a la apuesta de Barcelona por la innovación, también lo está al nuevo entorno que se está desarrolla­ndo al su alrededor: el nuevo eje verde que unirá Poblenou y el Besòs y que se desarrolla­rá gracias a la reurbaniza­ción de la calle Cristóbal de Moura, que ya se está desarrolla­ndo, y que permitirá crear 3.500 metros cuadrados de zona verde. Una operación que supone una inversión de 6,9 millones de euros y cuyo primer tramo –Fluvià-Provençals– está previsto que finalice en verano del año que viene. Esta zona verde entrará dentro de Ca l’Alier, que también, en el lado mar tendrá un área ajardinada que será de acceso libre y uso público.

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CÉSAR RANGEL Una nueva vida. La histórica factoría se convierte en el Centro de Innovación Urbana de Barcelona
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CÉSAR RANGEL La rehabilita­ción preserva los principale­s elementos arquitectó­nicos de valor de la factoría

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