Sabotaje a los corrales de los toros de los Sanfermines
El Frente de Liberación Animal reivindica el ataque
El último peldaño de la escalerica de Pamplona –6 de junio– antes de llegar al día de San Fermín –7 de julio– acabó alejado de la festividad que lo caracteriza. Un grupo animalista saboteó en la madrugada de ayer los corralillos del Gas, el emplazamiento donde desde comienzos del siglo XX se alojan los toros que correrán los encierros de la ciudad y se lidiarán después en la plaza durante los nueve días de fiestas. El ataque fue reivindicado a través de una carta por una “célula” del Frente de Liberación Animal.
Pasadas las cinco de la mañana, la policía municipal fue alertada de un incendio en las instalaciones, en las que se guardan también los tablones del vallado del encierro, que comenzaron a colocarse este lunes en el recorrido. Tres patrullas y una dotación de bomberos se desplazaron al lugar, donde consiguieron apagar las llamas que prendían una máquina elevadora utilizada para el transporte de los tablones. Los agentes encontraron además otros daños materiales, como cables cortados y numerosas pintadas que reclamaban la puesta en libertad de los animales.
La acción se suma a la llevada a cabo el martes, cuando el mismo grupo rellenó con cemento y hierros trece cajetines o huecos para colocar el vallado a lo largo del recorrido del encierro. El Frente de Liberación Animal asumió ayer ambos ataques en una nota en la que critica que, cada año, “bajo el paraguas de la tradición y la fiesta”, se “asesinan” en Pamplona más de 40 toros que “se enfrentan a un doloroso y agónico final en las calles y plaza de esta ciudad”. “Para estos animales, los corralillos del Gas se convierten en su corredor de la muerte y el vallado en su jaula”, reza el texto.
Los autores de la misiva enumeran cinco puntos que consideran “legítimos” en su “lucha”: “liberar a animales del confinamiento”, “toda clase de protesta” contra el sufrimiento animal, el “boicot a empresas que contribuyen a su abuso”, “grabar imágenes sobre las condiciones en las que se tienen” y, por último, el “sabotaje a instituciones, infraestructuras y herramientas que favorecen su uso”, siempre y cuando, especifican, “ningún animal humano y no humano” sufra daños. “Hasta que la última jaula quede vacía”, finaliza el escrito.
Geroa Bai, el partido de la presidenta de Navarra, Uxue Barkos, cargó contra un ataque que, subrayó, “lo único que consigue es dificultar cualquier debate sereno y racional sobre el futuro de los toros en los sanfermines”. Desde la formación, recuerdan que este tipo de acciones van en la “dirección contraria” de lo que buscan y que “generan rechazo incluso entre quienes defienden las mismas posturas”.