El FAD 2018 premia unas viviendas en la isla de Formentera
El proyecto Life Reusing Posidonia, un grupo de catorce viviendas de protección pública en Sant Ferran (Formentera), ha merecido el premio FAD 2018 de Arquitectura. La obra está firmada por Carles Olivé, Antonio Martín, Joaquín Moyá, Alfonso Reina y María Antonia Garcías, del Institut Balear de Vivenda IBAVI, y destaca por su calidad arquitectónica y por el modo en que aprovecha los recursos de su entorno inmediato. El jurado estuvo presidido por Anna Bach e integrado por Ricardo Carvalho, Pau de Solà-Morales, Cristina Domínguez, Carmen Moreno y Susana Pavón. Y concedió una mención especial a la Casa da Arquitectura en Matosinhos (Portugal), donde Guilherme Machado da Vaz ha dado vida cultural a un viejo conjunto industrial vinícola del siglo XIX.
El premio FAD de Interiorismo, como el de Arquitectura, ha sido para otra obra situada en Baleares: Can Picafort, en Santa Margalida (Mallorca), de Jaume Mayol e Irene Pérez (Ted’A Arquitectes). El jurado ha distinguido esta obra por el modo en que explora el uso de la cerámica en distintas de sus caligrafías constructivas, logrando un cálido espacio doméstico.
El FAD de Ciudad y Paisaje se fue a Portugal, concretamente a la plaza Fonte Nova en Lisboa, obra de José Adriao. Y el de Intervenciones Efímeras se lo llevó otra obra portuguesa: el Pabellón del lago, en Oporto, obra de Azevedo, Crisóstomo y Sobral, en la que mediante un dispositivo de espejos se cambia poéticamente la percepción del paisaje.
El FAD Internacional, para obras proyectadas por españoles en el exterior, fue ex aequo para Bonell i Gil Arquitectes + Atélier Cube, por el Parlamento del Vaudois (Suiza), y para la Escuela en Orsonnens (Suiza), firmada por Mayol y Pérez, ganadores también del FAD de Interiorismo.
El premio de Pensamiento y Crítica fue para La récherche patiente. Le Corbusier 50 años después, de Torres y Mejía, y Thermodynamic Interactions, de Javier García-Germán.