Muguruza juega su peor partido y cae ante la rumana Halep
No hubo excusas. Garbiñe Muguruza estuvo ayer desconocida. Jugó su peor partido de la presente edición de Roland Garros, un torneo que ganó en el 2016. Ella misma lo reconoció. Y, además, tenía delante a la número uno del mundo, la rumana Simona Halep, que sí estaba muy inspirada. El primer set fue contundente: 6-1. En el segundo la española aún tuvo alguna posibilidad pero la desperdició. Cedió la manga por 6-4.
En el inicio del partido a Muguruza le salía todo mal, desde el saque a los restos, y cometió numerosos errores. Dio la sensación de estar desarbolada, de sentirse impotente. Nada que ver con su seguridad en las rondas precedentes. En el segundo set las cosas mejoraron. El marcador se colocó 4-4. El noveno juego fue el momento del todo o nada. Muguruza podría haberlo ganado para intentar anotarse el set y forzar la tercera manga. No fue posible. Lo perdió. Halep le hizo break en el siguiente y se lo adjudicó en blanco. Un final con tintes de humillación.
La española no puso paños calientes. “Hoy es un día duro”, dijo, si bien matizó que cuando era más joven estas derrotas le sentaban peor emocionalmente. Ahora lo sabe relativizar y ya piensa en la hierba, en Wimbledon, donde defenderá el título.
La otra semifinal femenina la ganó la estadounidense Sloane Stephens, que dejó fuera a su compatriota Madison Keys por 6-4 y 6-4. Stephens y Halep disputarán la final mañana sábado.