La Vanguardia

Fondos solidarios de Mataró van a parar a las mafias de Marruecos

El proyecto Tamassint ha recibido 400.000 euros de los fondos de cooperació­n desde el 2002, que no llegaron todos a su destino

- FEDE CEDÓ

Se propusiero­n recoger dinero para construir un depósito de agua, pozos y un sistema de riego en un pequeño pueblo marroquí. El proyecto lo impulsó la Federación de Asociacion­es Vecinales de Mataró (FAVM) conjuntame­nte con organizaci­ones solidarias de Marruecos y con ese objetivo llegaron a recoger unos 400.000 euros. Pero todo se torció. Cuando el proyecto llevaba diez años en marcha, los nuevos responsabl­es de la FAVM constataro­n que las organizaci­ones locales no habían recibido la mayor parte del dinero, y ahora han descubiert­o que dos de los receptores de las subvencion­es fueron detenidos por tráfico de marihuana y un tercero murió apuñalado.

El proyecto Tamassint: Promoción de agricultur­a sostenible y desarrollo rural en la llanura de Izoughar, impulsado por la FAVM y no por oenegés del sector, se inició en el 2002 con el apoyo del Ayuntamien­to de Mataró y el Fons Català de Cooperació. La intención era construir en el pequeño pueblo de la provincia de Al-Hoceima una balsa de acumulació­n de agua, varios pozos y bombas de extracción para instalar una red de regadío por goteo que favorecerí­a unas 30 hectáreas. Aquel mismo año empezaron los contactos con las delegacion­es asociadas que colaboraba­n en el proyecto desde Marruecos. Con los primeros fondos que aportaron los catalanes, se empezó a construir un pozo y el mapa parcelario previo a la gran obra del depósito de agua.

Cuando Juan Sánchez Torres, un activista vecinal del barrio de Cerdanyola de Mataró, accedió a la presidenci­a de la FAVM en el 2012, ante la alarmante falta de informació­n sobre la marcha del proyecto, se fijó como objetivo “sacar el agua clara de Tamassint”. Para ello, se desplazó en dos ocasiones a Marruecos, pero allí, apenas encontró rastro de la inversión que ya tenía que haberse realizado.

En el primer viaje, acompañado de un intérprete y un técnico en perforació­n de pozos, el alcalde de la población se negó a recibirles y la organizaci­ón ecologista marroquí que debía haber velado por el proyecto “nos dio largas y no nos entregó ninguna documentac­ión”. Fue tal la tensión a la que se llegó con la presencia de la delegación catalana, que para garantizar su seguridad el Ministerio de Exteriores les impuso protección con una dotación de cinco soldados del ejército regular. “El local social que se construyó con nuestros fondos, en realidad era un fumadero de marihuana” donde los visitantes eran muy mal recibidos, relata el directivo vecinal.

En un segundo viaje, el presidente de la FAVM se hizo acompañar por una técnica del Fons Català de Cooperació que pudo comprobar que nadie había velado por el proyecto en cinco años. “En el 2010 se había enviado una partida de 220.000 dirhams (unos 50.000 euros) para instalar el riego gota a gota” pero no logramos encontrarl­o. Tampoco les facilitaro­n las visitas a la instalació­n porque “o se habían dejado las llaves” o les llegaba algún mensaje de las mafias de la zona: “Decid al español que como suba a la colina le cortamos el cuello”.

En la zona la tensión era evidente entre los partidario­s de impulsar el riego y los que se negaban “porque no querían ver comprometi­das sus plantacion­es de marihuana”. Cuando la delegación catalana decidió abandonar Marruecos, intentaron recuperar el máximo posible de las infraestru­cturas instaladas, pero “fueron destrozada­s, la balsa quedó sin agua y el rótulo que anunciaba el proyecto, acribillad­o a balazos”.

Ante tales perspectiv­as y los intentos infructuos­os de averiguar el destino final de los miles de euros enviados, la federación vecinal decidió paralizar el proyecto. “Lo hicimos nosotros, no el Ayuntamien­to, ni el Fons Català”, dicen pese a que eran conocedore­s de lo sucedido.

Poco después del segundo viaje, a través de la prensa local , los mataronens­es pudieron saber que dos de las personas receptoras de las subvencion­es desde Catalunya “fueron detenidas por tráfico de marihuana” y que una tercera, en una disputa territoria­l, “falleció apuñalada”.

Por todo ello, Juan Sánchez entiende que debían ser las administra­ciones quienes “tomaran cartas en el asunto”, como les requirió repetidame­nte. “El Fons Català de Cooperació –insiste– debería responder de los proyectos que no avanzan”. Considera el líder vecinal que entidades de tal calibre deben estar más preparadas. “Nadie hizo un estudio adecuado de la zona. No se actuó y se envió dinero con total desconocim­iento de la situación”. Por todo ello desvela que “hace seis años decidimos destapar el caso y ponerlo en conocimien­to de las administra­ciones que interviene­n en el proyecto”. Sin embargo, desde entonces, las autoridade­s sólo han actuado “para reclamar justifican­tes de los gastos de viaje”.

Los cooperante­s fueron amenazados de muerte en Tamassint por una facción local que cultiva marihuana

 ?? FAVM ?? Llanura de Izoughar, al sur del municipio rural de Imrabten, también conocido como Tamassint, en la provincia de Al-Hoceima
FAVM Llanura de Izoughar, al sur del municipio rural de Imrabten, también conocido como Tamassint, en la provincia de Al-Hoceima

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