El tormento de Marguerite Duras
Mélanie Thierry hubo de “bajar del altar” a la escritora para encarnarla
Marguerite Duras no es personaje fácil. “Brillante, pero también perturbadora”, la describe la actriz que la interpreta en la película que sobre ella acaba de estrenarse en España. “Siempre sentí admiración y una gran ternura por esta mujer”, añade Mélanie Thierry. “Por eso tuve que desacralizarla antes de ponerme a trabajar el papel; si no, la fuerza vertiginosa que para mí tiene el mito de la escritora y la mujer que fue tal vez me habría impresionado demasiado como para retratarla bien”, dice a La Vanguardia al comentar la cinta horas antes de su estreno en España, este fin de semana.
Como indica el título, Marguerite Duras. París 1944, el largometraje que dirige Emmanuel Finkiel se refiere a una etapa muy concreta de su vida, breve pero que a ella se le debió de hacer eterna: la del tormento que pasó entre la detención y la liberación de su marido, el también escritor y miembro de la resistencia Robert Antelme, a quien los nazis casi mataron de hambre en Buchenwald y Dachau. Duras relataría el calvario de esa espera en unos diarios que después llevaría a su libro El dolor, base del largometraje.
“Ella es la heroína de su propia novela, así que se imagina a sí misma tal como quiere y nos da lo que quiere darnos”, subraya la actriz. “Yo tenía que retratar sobre todo a la mujer moderna que era Duras cuando atravesaba aquella Francia tan revuelta, conmocionada y ambigua”. Tal ambigüedad se refleja en la relación de la escritora con el policía colaboracionista que la tienta, pero también en la que mantiene con su amigo y en realidad amante Dionys Mascolo; un amor que en el libro se soslaya y en el filme se insinúa “delicadamente”, dice Thierry.
La actriz se propuso “encontrar a Duras en su voz y su ritmo interior al pasear con las palabras” mientras se oyen las frases de los diarios con su voz en off. Thierry señala que la escritora tenía una personalidad que podía hacerla “detestable”. Y que, ante todo, “procuró tener una vida liberada que rechazaba las prohibiciones”. Todo lo cual se aprecia en la matizada interpretación que ella hace del personaje.
Thierry, conocida por su actuación en Un día perfecto, de Fernando León de Aranoa, se deshace en elogios hacia el director de Marguerite Duras. “Su forma de rodar es única. Hace unos planos increíblemente bellos que, con su depurada técnica, muestran perfectamente el sentimiento ambiguo y el desorden del pensamiento de Duras. ¡Casi te mareas al verlo!”, asegura.