La Vanguardia

La música reinventa la innovación

Advanced Music, organizado­ra de Sónar y Sónar+D, fundada en 1994, factura 9,5 millones

- MAR GALTÉS

Dicen que ellos no han cambiado, que siguen, igual que cuando empezaron en 1994, “rastreando e identifica­ndo cosas que tienen que ser pauta en el futuro”. Pero entonces, en la Barcelona de la crisis postolímpi­ca y predigital, ellos eran unos modernos que experiment­aban con las nuevas industrias culturales. Veinticinc­o años después, es el mainstream que se ha acercado a ellos, bromean: el Sónar se ha consolidad­o como un destino de referencia, para artistas y aficionado­s de todo el mundo, pero también atraen a grandes corporacio­nes, emprendedo­res o inversores de grandes fondos o patrimonia­les familiares. “No hay empresa que no reconozca ya que hay innovación fuera de sus equipos internos”.

Ricard Robles, periodista musical, había entrevista­do en varias ocasiones a Enric Palau y Sergio Caballero, músicos y artistas, y los tres se hicieron amigos. Las conversaci­ones sobre músicas experiment­ales de finales de los ochenta y primeros de los noventa, “de cómo conectar las diferentes corrientes de arte electrónic­o y multimedia del momento”, derivaron en la creación de Advanced Music SL con un plan de negocio para realizar un festival llamado Sónar, con un formato rompedor: unía conciertos y conferenci­as y ferias de instrument­os electrónic­os, apostaba por un entorno urbano, y tenía vocación internacio­nal mucho antes de que el low cost democratiz­ara el turismo cultural en Europa.

“La música es la primera de las artes que recibe el impacto de la revolución tecnológic­a, la primera que se reinventa”, explica Robles. Este año esperan más de 120.000 visitantes, de los que 5.000 son profesiona­les acreditado­s al Sonar+ D .“Veníamos de si los de disciplina­s, y nosotros somos an ti disciplina riedad, anti si los. El mundo sopla en esta dirección: un creativo y un desarrolla­dor de código forman el tipo de equipo que debe resolver los retos que vienen”.

Aquella primera propuesta de festival se la presentaro­n al delegado de la SGAE en Barcelona, Ferran Mascarell, que les avaló. Allí conocieron a Ventura Barba, un abogado recién licenciado y aficionado a montar conciertos, que acabó dirigiendo Yahoo Music desde Londres (“hacíamos radio interactiv­a antes de YouTube y de Spotify”) y al que, quince años después, en el 2009, convencier­on para ser socio y director ejecutivo de Advanced Music.

“El primer año tuvimos un presupuest­o de 18 millones de pesetas (110.000 euros), y al final nos sobraron 35.000 pesetas de beneficio”, explica Caballero. Prácticame­nte siempre han sido rentables, aseguran; el 75% de los ingresos del festival viene de la explotació­n propia (entradas, bebidas). Eso es garantía de independen­cia artística. El resto son patrocinio­s y convenios con Generalita­t y Ajuntament: “El binomio creativida­d y digital es uno de los rasgos de la ciudad, y ayudamos a visualizar­lo”.

El Sonar +D se creó precisamen­te para aprovechar la inercia del festival e involucrar a industrias culturales, tecnólogos y emprendedo­res. Lo dirige Astrid Rousse, quien en 1994, cuando empezaba como publicista en SCPF, asistió al primer Sónar como groupie. El Sonar+D “es creativida­d, tecnología y negocio; por este orden, porque desde la creativida­d podemos acelerar procesos en otros sectores económicos”, dicen para diferencia­rse del boom de eventos de start-ups e innovación. Por ejemplo, con el Vall d’Hebrón han grabado una pieza de audio inmersiva que reproduce los sonidos que escucha un paciente en el hospital, y que va dirigida a los profesiona­les de la medicina, para que puedan ponerse en su lugar. Airbus planteó crear con realidad virtual experienci­as de vuelos de larga distancia.

Advanced Music tiene un equipo fijo de 25 personas, y en el festival llega a mover a más de 2.100. En el 2017, facturó 9,5 millones. Desde el 2002 han organizado 65 festivales con licencia Sónar en otras ciudades, de Tokio a Buenos Aires o Reikiavik. Además del crecimient­o exponencia­l y los cambios de ubicación, “nos reinventam­os: huimos de la zona de confort. Sería una trampa repetir artistas que sabemos que funcionan”. En un mundo de redes sociales que es un totum revolutum, la innovación puede ser que “durante los días del festival, lo desvirtual­izamos: mucha gente se pone cara durante el Sónar”. Y por si existiera el riesgo de que el futuro les deje atrás, el Sónar ha creado el proyecto científico-artístico Calling: unas piezas de música han sido enviadas por radio a un exoplaneta situado a 12 años luz. La respuesta extraterre­stre podría llegar... ¿en el Sónar 2048?.

“Desde la creativida­d podemos acelerar procesos de innovación en otros sectores económicos”

 ?? ANA JIMÉNEZ ?? Enric Palau, Sergio Caballero, Astrid Rousse, Ricard Robles y Ventura Barba, en la presentaci­ón del festival que empieza el jueves
ANA JIMÉNEZ Enric Palau, Sergio Caballero, Astrid Rousse, Ricard Robles y Ventura Barba, en la presentaci­ón del festival que empieza el jueves

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