Profesión de fe
La Bolsa de Milán sube un 3,4% y el Ibex recupera un 1,5% antes de la cita del BCE
Giovanni Tria, ministro de Economía del nuevo Gobierno de Giuseppe Conte, da una buena noticia a los mercados al rechazar la posibilidad de que Italia salga del euro y anunciar que trabajará para reducir la galopante deuda pública.
Italia, cuyo riesgo político ha penalizado al euro y a determinados activos europeos en las últimas semanas, sirvió ayer de impulso para empezar con fuerza una semana importante en la eurozona, con todas las miradas puestas en la reunión del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) del jueves. Giovanni Tria, ministro de Economía del nuevo Gobierno de Giuseppe Conte, dijo que rechaza la posibilidad de que Italia salga del euro y que trabajará para que el país reduzca su galopante deuda pública. Y el mercado le creyó.
La vorágine vendedora entre los inversores de bonos se revirtió, subieron de nuevo los precios y cayeron con fuerza las rentabilidades. En un solo día, el de ayer, los bonos italianos a diez años pasaron de rendir un 3,1% a dejar tan soólo el 2,8%. Los de dos años, muy tensionados en los últimos tiempos, bajaron su rendimiento de forma brutal, del 1,7% al 1,1%. Hace sólo dos semanas, en el momento de mayores dudas sobre la deriva del nuevo Gobierno, llegaron al 2,4%, una anomalía absoluta y absurda para un país miembro de un mercado único cuyo banco central tiene los tipos de interés en el 0%.
Para animar aún más las cosas, a las buenas noticias en la economía financiera, Italia añadió un muy buen dato en la economía real. Ayer se supo que la producción industrial subió un 1,9% interanual en abril. Entre una cosa y otra, la Bolsa de Milán se disparó un 3,4%, con los bancos en subida libre. Intesa Sanpaolo lideró las ganancias con un 6,6%, seguido de Unicredit (6,2%), UBI Banca (5,4%) y Mediobanca (4,9%), entre otros. La menor incertidumbre sobre la tercera economía de la eurozona benefició a la moneda única, que cotizó buena parte del día por encima de los 1,18 dólares.
El buen tono se dio en todas las bolsas europeas, como muestra que el Eurostoxx subiera más de un 1,1%. Londres avanzó un 0,8%, Frankfurt recuperó un 0,6% y París limitó las alzas a un 0,4%. Por encima de todas ellas, el Ibex se fue hasta los 9.890 puntos, un 1,56% más que el viernes, con la ayuda inestimable de los bancos y de la menor presión sobre la deuda de los países periféricos. Ban- kinter subió casi un 4%; Banc Sabadell, Santander y CaixaBank ganaron alrededor de un 3%; y BBVA dejó al margen sus problemas en Turquía y acabó un 2,5% arriba. La deuda del Tesoro subió en bolsa y la rentabilidad del bono español a diez años bajó desde el 1,47% al 1,45%. Este descenso, unido al repunte en la deuda alemana –pasó del 0,45% al 0,49%– situó la prima de riesgo española por debajo de los 100 puntos.
Una buena noticia para el Tesoro, que hoy afronta sendas subastas de letras a seis y nueve meses y que se verá beneficiado, previsiblemente, de las menores tensiones en el mercado. A partir de hoy, las referencias para los inversores serán constantes. En primer lugar, se espera al resultado de la cumbre coreana con Donald Trump en Singapur, que afectará sin duda a la economía global. Por la tarde, medio mundo económico estará pendiente
La Reserva Federal y el BCE centran todas las miradas en una semana importante para los inversores
del dato de inflación estadounidense, un indicador que será clave para la Reserva Federal, que el miércoles reúne a su comité de mercado abierto. Los analistas dan un 95% de posibilidades a una subida de los tipos de interés hasta la horquilla del 1,75%-2%. No se descarta que, en función del dato de inflación en Estados Unidos, la Fed se abra a anunciar una nueva alza de los tipos en septiembre.
Por último, el jueves le llegará el turno a Draghi y su equipo –con su nuevo vicepresidente, Luis de Guindos, de debutante– que se reúnen en Riga (Estonia) para empezar a marcar el camino de la normalización de la política monetaria. Los analistas apuestan por la extensión por tres meses del programa de compra de bonos, que llegaría hasta diciembre, pero reduciendo el volumen desde los 30.000 millones mensuales a los 15.000 millones. La semana concluirá con otra cita clave en Japón, la tercera economía mundial, donde el viernes se reúne su banco central.