Salvador Sunyer
Temporada Alta presenta sus coproducciones de este año, con teatro innovador y muy político
DIRECTOR DE TEMPORADA ALTA
El festival Temporada Alta presentó ayer sus coproducciones para la edición de este año, marcadas por un teatro innovador –habrá una obra protagonizada sólo por un humanoide– y propuestas fuertemente políticas.
En el próximo festival Temporada Alta va a haber espectáculos que, bromeaba ayer su director, Salvador Sunyer, son el sueño de algunos productores teatrales: montajes sin actores. O por lo menos no humanos. Uno de los 17 montajes que coproduce este año el festival de Girona –y que forman parte de una programación mucho más amplia que se presentará más adelante– es Uncanny Valley, del siempre efervescente creador suizo Stefan Kaegi y su compañía Rimini Protokoll. Y en Uncanny Valley el único protagonista va a ser... un robot, un humanoide que presentará muchas preguntas al público sobre si le aceptan o no. Un público que será el protagonista, porque actores tampoco habrá, de la nueva propuesta de Àlex Rigola, una instalación escénica titulada Macho Man y que llevará al espectador a un laberinto en el que descubrirá paso a paso a través de unos auriculares la violencia machista que ha sufrido una mujer.
Son dos de los títulos más llamativos de las apuestas en las que ha comprometido dinero este año el Temporada Alta, que se celebrará del 5 de octubre al 9 de diciembre, y que tiene otras dos estrellas claras por las que apuesta en los últimos años con resultado seguro y que ahora crearán unidas: Lluís Homar será el protagonista de una obra del belga Guy Cassiers sobre la emigración, La néta del senyor Linh, basada en la novela de Philippe Claudel. Como en Terra baixa, Homar interpretará en escena todos los papeles de este montaje sobre los refugiados, la soledad y la fuerza de la imaginación: Linh ha huido de un país devastado por la guerra buscando un futuro para su nieta. El montaje de Cassiers y Homar, que es una apuesta por la internacionalización de la escena catalana, se verá en el 2020 en el Théâtre de La Colline de París junto con las otras tres versiones de la obra –inglesa, francesa y flamenca– que el belga ha realizado.
Entre las coproducciones destacadas figura una obra ya conocida por muchos barceloneses: la enloquecida e imprescindible La omisión de la familia Coleman, del argentino Claudio Tolcachir, quien ahora dirigirá la versión catalana de su aplaudido montaje. Temporada Alta colabora también con otro gran autor de América del Sur: el uruguayo Sergio Blanco, del que coproducirá la versión catalana de Kassandra, un juego de máscaras que mezcla a la adivina Casandra, a quien pese a conocer el futuro nadie escuchaba, con un chico que acaba convertido en chica y ofreciendo su cuerpo a desconocidos en otro país. La dirigirá Sergi Belbel. Y La set i la revolució unirá a intérpretes de danza y circo, a Pep Ramis, Andrés Corchero, Piero Steiner y Enric Ases, dirigidos por María Muñoz, en una obra sobre una generación que quería hacer la revolución en cada esquina y fueron ellos los que acabaron cambiados.
De hecho habrá mucho teatro político: la compañía La Calòrica reflexionará en Els ocells sobre la democracia a través de los orígenes de la comedia, habrá activismo político en Una lluita constant, de La Ruta 40 y Carlota Subirós, Carol López presentará Epodermis, sobre poder dinero y abusos, Marc Angelet propondrá Mili KK, sobre la desobediencia civil y Glòria Balañà dirigirá Decadència, de Steven Berkoff, retrato mordaz de la clase alta inglesa. Juan Carlos Martel dirigirá a Eduard Farelo en Una Ilíada, habrá danza con Laly Ayguadé y Guilhem Chatir en Here e Ivan Benet examina en La lleugeresa los pensamientos de una enfermera.
‘Uncanny Valley’, de Stefan Kaegi, estará protagonizada por un humanoide que cuestionará al público