Torra, de sala en sala
Antes de ser presidente de la Generalitat, Quim Torra no había entrado nunca en la Casa dels Canonges y su paso por el Palau de la Generalitat se limitaba a los espacios habituales de actos oficiales. En el mes que lleva al frente, lo hemos visto firmando decretos en la mesa de Lluís Companys, instalada en la residencia oficial, o atendiendo una videoconferencia desde la biblioteca; su toma de posesión fue en el salón Mare de Déu de Montserrat, y para la toma de posesión del Govern en el salón Sant Jordi hizo trasladar la estatua Sant Jordi matant el drac del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) para que presidiera la ceremonia. El viernes recibió a Miquel Iceta en el salón Torres Garcia redecorado con sofás –esta semana repitió con los comunes, el PP, la CUP, ERC y JxCat–, junto al salón Daurat, donde se reúne el Consell Executiu. El argumento para el trasiego de sala en sala de la actividad del president son las obras que se están ejecutando en la zona noble del Palau, pero lo que todavía no se ha visto es el despacho oficial de Torra.