Desestabilización inesperada
Pocas maniobras inoportunas antes de un Mundial de fútbol pueden situarse al nivel de la que vivió ayer la selección española, al divulgarse que el seleccionador y máximo responsable deportivo tiene fecha de caducidad cercana. A pesar de que no hace ni un mes de la ampliación de contrato de Julen Lopetegui con la Federación Española hasta el 2020, la roja supo ayer que ya no tiene un técnico con dedicación exclusiva, un entrenador que pueda pensar con visión de futuro. Lopetegui será el relevo de Zinédine Zidane en el Real Madrid, un club que no ha dudado en desestabilizar a la selección española ante su compromiso más trascendental. El guipuzcoano tiene ahora por delante mantener el nivel que mostró la selección española en la fase clasificatoria, pero al mismo tiempo deberá empezar a planificar la próxima temporada del Real Madrid. Cualquier paso en falso será fácilmente achacable, con razón o sin ella, a esta duplicidad de objetivos nada aconsejable.