Los camiones del puerto se embarcan en el gas natural
El Port de Barcelona transforma los motores diésel de 26 vehículos para reducir un 20% las emisiones contaminantes
La batalla contra la contaminación que origina el puerto de Barcelona no se libra únicamente con barcos más sostenibles. En tierra firme también hay mucha faena por hacer. Unos 2.300 camiones cargados de contenedores se mueven a diario por las instalaciones de la infraestructura portuaria de la capital catalana y una parte de las emisiones son atribuibles a ellos.
La práctica totalidad de esos camiones se mueven con motores diésel, pero hay una pequeña minoría que marca el camino: la combinación de gasóleo y gas natural. De momento se han adaptado 26 vehículos de 11 empresas distintas a esta tecnología, llamada DualFuel, mediante un proyecto del Port de Barcelona financiado en parte con fondos europeos. La operación ha consistido en sustituir uno de los dos tanques de gasóleo que lleva cada camión por un depósito de gas natural comprimido que tiene autonomía de algo más de 300 kilómetros. De esta manera, el vehículo combina ambas fuentes de energía y así reduce las emisiones de óxidos de nitrógeno alrededor de un 20%.
Aunque aún se considera una iniciativa en fase de pruebas y a lo largo del verano se cuantificará con exactitud, el responsable del área de Medio Ambiente del Port de Barcelona, Jordi Vila, se muestra satisfecho de los primeros resultados. “Si una cosa funciona, con el boca-oreja se irá extendiendo sola”, asegura. En cierto modo ya está pasando. Además de los 26 vehículos adaptados en el marco del proyecto llamado RePort, en colaboración con Gas Natural Fenosa, hay una cincuentena más de camiones que ya han transformado su camión para combinar el consumo de diésel con gas natural comprimido e incluso hay alguno nuevo que ha salido de fábrica ya únicamente con depósitos de gas.
Más que las ventajas para la calidad del aire, los transportistas están dando el paso por su propia cuenta debido al beneficio económico que les supone un combustible más verde. “Ahorramos unos cinco euros por cada 100 kilómetros, un 20% del consumo de diésel previo”, destaca José Luís Méndez, uno de los conductores que va al volante de los vehículos adaptados. Estos camiones se encargan de trasladar contenedores del puerto a empresas del área metropolitana de Barcelona y viceversa. Calculan que en unos tres años tienen amortizado el salto al gas natural, que oscila entre los 5.000 y los 11.000 euros. Los camiones que se dedican a hacer trayectos largos pueden llegar a amortizarlo en un año y medio aunque en ese caso se pueden encontrar con el problema de la falta de lugares en los que repostar. Dentro de poco lo podrán hacer en las mismas instalaciones portuarias. De momento tienen que repostar en los puntos de carga que hay en l’Hospitalet y Barcelona . Fuera del área metropolitana de Barcelona, en cambio, las estaciones de gas natural existentes en Catalunya se pueden contar con los dedos de una mano.
Los transportistas consiguen un ahorro de cinco euros por cada 100 kilómetros con el nuevo combustible