Profecía cumplida
El principio de Lineker se cumplió de nuevo en el torneo brasileño, donde los anfitriones sufrieron un rapapolvo histórico
El último Mundial disputado se cerró de acuerdo al principio de Gary Lineker. Ganó Alemania. A pesar de un empate inesperado en la fase de grupos (2-2 con Ghana), a pesar de dos triunfos apurados en octavos (2-1 a Argelia en la prórroga) y en cuartos (1-0 a Francia). A pesar también de llegar a la prórroga en la final (1-0 a Argentina). Pero ganó Alemania. Y además dejó para la historia un resultado atronador, una goleada de escándalo nunca vista: 1-7 a Brasil en las semifinales. De hecho, 0-7 hasta el minuto 90, cuando el centrocampista Oscar anotó el llamado gol del honor brasileño, que no impidió, lógicamente, que en su país se mantuvieran los titulares de prensa que cabía suponer: humillación, vergüenza, inconcebible... Después del maracanazo del Mundial de 1950 Brasil repetía como organizador y el desenlace para los pentacampeones no pudo ser más cruel.
Pero no fue la única goleada sorprendente del torneo. Al contrario, porque ya en los primeros partidos se produjo otro marcador fuera de todo pronóstico: el estrepitoso 5-1 de Holanda a España en el debut mundialista de la campeona saliente. Un decepcionante arranque de torneo de la roja que quedó confirmado con la derrota (2-0) ante Chile en el segundo partido. Y la eliminación matemática, sin necesidad siquiera de jugar el tercer partido. España no recibía cuatro o más goles desde 1963 y entonces fue en un amistoso.
La eliminación del campeón sin siquiera alcanzar la ronda de octavos de final ya se había producido en 2002 con Francia y en 2010 con Italia.
Entre las novedades del Mundial del 2014 resalta el uso del spray para marcar la posición de la barrera en las faltas,
los parones de tres minutos (a partir de los 30 de juego de cada parte) si la temperatura alcanzaba los 32 grados y la utilización de la tecnología con cámaras de gol. Su primera intervención se produjo el 15 de junio en Porto Alegre, en el FranciaHonduras. En el minuto 48 un remate de Benzema pegó en la parte interior del poste y el portero hondureño, en su intento de alejar el balón, lo introdujo levemente en su portería. La tecnología de gol así lo demostró, a pesar de que en las imágenes de televisión no quedaba totalmente claro en un primer momento.
El camino de Brasil, favorito del torneo por historial y por jugar en casa, empezó a torcerse en cuartos de final, en la victoria sobre Colombia (2-1) que se cobró la grave lesión de Neymar. El entonces futbolista del Barça llevaba 4 goles y una asistencia en 5 partidos y era el líder del equipo. Sin Neymar Brasil jugó dos partidos más y los perdió ambos: el tremendo 1-7 con Alemania y el no menos duro 0-3 con Holanda en el partido por los puestos tercero y cuarto.
De la participación holandesa destacan las intervenciones tácticas de su seleccionador,
Louis van Gaal. En octavos de final ante México, cuando Holanda perdía por un gol, Van Gaal aprovechó la pausa por calor del minuto 75 para reunir a sus jugadores, dar entrada a Huntelaar y pedir a los suyos que le lancen balones largos. Así llegaron dos goles holandeses (minutos 88 y 94) que voltearon el marcador.
Luego, en el partido de cuartos de final contra Costa Rica, se eternizó el empate a cero y ante la proximidad de los lanzamientos desde el punto de penalti el exentrenador blaugrana decidió sustituir al portero. Relevó al hoy barcelonista Cillessen (titular fijo) y dio entrada a Tim Krul. El entonces guardameta del Newcastle detuvo dos penaltis (Keylor Navas no paró ninguno) y allanó el camino a semifinales de su selección. Y ya en esa ronda Holanda se cruzó con Argentina... para llegar de nuevo a los penaltis. No hubo entonces cambio de portero (Holanda ya había gastado sus tres comodines) y con Cillessen bajo los palos los argentinos transformaron sus cuatro lanzamientos y se metieron en la final del torneo.
El Mundial tuvo otros momentos de enorme interés mediático. El que dio la vuelta al mundo a mayor velocidad sucedió el 24 de junio, en el choque entre Italia y Uruguay. La victoria uruguaya (1-0, gol de Godín) llegó acompañada de un rifirrafe entre Chiellini y el posterior fichaje del Barça Luis Suárez. Hubo un codazo del italiano al uruguayo y éste replicó con un mordisco que Chiellini se encargó de mostrar al árbitro y a las cámaras con todo lujo de detalles. Suárez era reincidente y la FIFA le aplicó una durísima sanción: apartado de toda actividad relacionada con el fútbol durante cuatro meses y nueve partidos sin jugar con su selección. No pudo debutar con el Barcelona hasta octubre.
A partir de octavos de final abundaron los partidos decididos con posterioridad al minuto 90. En cinco de los ocho partidos de octavos hubo prórroga (y en dos de estos, penaltis). Uno de cuartos y otro de semifinales también acabaron a los penaltis y en la final se llegó a la prórroga, donde decidió un gol de Götze en el minuto 113. Alemania se convirtió así en la primera campeona europea en el continente americano y Gary Lineker aumentó su leyenda.