Los catamaranes voladores vuelven a Barcelona
Barcelona acoge desde mañana y por segundo año consecutivo una de las etapas de las Extreme Sailing Series, marcadas por la espectacularidad de sus catamaranes dotados de hidroalas que les permiten elevarse sobre el mar. La competición está dividida en dos clases: los GC32, de 10 metros de eslora y seis tripulantes, y los pequeños Flying Phantoms, de 5,5 metros y dos tripulantes. Las pruebas se podrán seguir en vivo hasta el domingo desde el mirador de la plaza de la Rosa dels Vents, junto al hotel W, donde se ubican los principales servicios de la regata, y desde las playas de Sant Sebastià y la Barceloneta.
A los seis equipos que han disputado las dos primeras series del circuito se suma en esta el Spanish Impulse, liderado por el cántabro Diego Botín –que compitió en los Juegos de Río 2016 y se prepara para Tokio 2020– y que cuenta con la colaboración de la Fundació Navegació Oceànica Barcelona. El líder de la general es el SAP austriaco, que en Barcelona estará patroneado por el estadounidense Morgan Larson. En su tripulación destaca el doble oro olímpico Roman Hagara, que participó en Barcelona’92.