Alcaldes por la desobediencia
Los alcaldes sicilianos de Palermo y Trapani, Leoluca Orlando y Giacomo Tranchida, aseguran que están dispuestos a desobedecer las órdenes del Ministerio del Interior. “Si tengo que ser arrestado por no hacer caso a Matteo Salvini, no quiero vuestra compasión, sólo que me manden chocolate y cigarrillos a la cárcel”, dijo a este diario Orlando, un democristiano que desde 1985 ha ejercido hasta cinco mandatos al frente de la capital siciliana. Ambos, como los alcaldes de Nápoles, Reggio Calabria, Messina, Taranto o Livorno se rebelaron contra la decisión de Salvini de cerrar los puertos al Aquarius. Según Orlando, si se repite la situación, ellos no tienen competencias para permitir la entrada en los puertos de sus ciudades, pero existiría un mecanismo para abrirles otros más pequeños que sí que pertenecen al Ayuntamiento. “Esto es coherencia con la historia de nuestra ciudad y con nuestros valores cristianos de sicilianos”, explica el alcalde de Palermo. Orlando también afirmó que mantiene contacto con otros alcaldes favorables a la acogida de refugiados, como Ada Colau, para “trabajar conjuntamente en estas situaciones”.