Nacionalistas macedonios y griegos declaran la guerra al nuevo nombre
Los primeros jarros de agua fría a la perspectiva de un acuerdo histórico entre Atenas y Skopie no han tardado en llegar a ambos lados de la frontera. El presidente macedonio dijo ayer que no firmará el pacto entre los primeros ministros Zoran Zaev y Alexis Tsipras para cambiar el nombre de su país y zanjar un conflicto de 27 años que ha impedido el ingreso macedonio en la UE y la OTAN.
“Este acuerdo es inaceptable e indigno. Nunca firmaré un texto tan dañino. Repito, nunca”, declaró el nacionalista Gjorge Ivanov, que tiene poder constitucional para vetar el acuerdo. Ivanov se negó incluso a escuchar al primer ministro Zaev y su titular de Exteriores cuando fueron a explicarle los pormenores del pacto. La reunión apenas duró dos minutos y acabó con el presidente abandonando su despacho. No es la primera vez que Ivanov usa su poder de veto para torpedear al Gobierno. Hace unos meses se negó a firmar una ley aprobada por el Parlamento que otorga más derechos a la minoría albanesa para el uso de su lengua.
El presidente no será el único obstáculo al que se enfrentará el socialdemócrata Zaev. El acuerdo debe ser aprobado primero en el Parlamento, con mayoría simple. En otoño deberá someterlo a un referéndum consultivo. Y finalmente necesitará una mayoría parlamentaria de dos tercios para aprobar el cambio constitucional. Eso le exigiría el apoyo del partido nacionalista VMRO-DPMNE, que gobernaba hace sólo un año y es aún la primera fuerza en la Cámara, y se opone ferozmente a la “capitulación”.
Tras meses de ardua negociación, Tsipras y Zaev anunciaron el martes que habían pactado el nombre de República de Macedonia del Norte. Actualmente, Skopie está en la ONU como FYROM, siglas inglesas para Antigua República Yugoslava de Macedonia. Grecia se opone desde 1991 a que su vecino utilice el nombre de Macedonia, al considerar que implica ambiciones territoriales sobre su provincia del mismo nombre.
También en Grecia la oposición conservadora se ha movilizado para torpedear el acuerdo y, de paso, intentar hacer caer a Tsipras. El líder de Nueva Democracia, Kyriakos Mitsotakis, amagó con presentar una moción de confianza antes de la firma prevista este fin de semana de Tsipras y Zaev. El pequeño socio de Gobierno de Tsipras, los nacionalistas Griegos Independientes, se oponen a que el término Macedonia aparezca en cualquier forma en el nombre del vecino.