Intervenciones para “naturalizar” la ciudad
Hacer de las zonas verdes de la ciudad espacios que favorezcan la entrada espontánea de flora y de fauna, favoreciendo la conservación de la biodiversidad sin perder la calidad estética y orientándolos a un beneficio social y de salud, y gestionándolos además de forma ecológica. Esto son algunos de los objetivos del nuevo modelo de verde urbano que comenzó a impulsar el Ayuntamiento en el 2016 y del que ayer hizo balance. Barcelona ya tiene 22 espacios verdes “naturalizados”.
“La naturalización y la gestión ecológica se implantan de manera efectiva e implican más biodiversidad, mejor adaptación al cambio climático, más salud y bienestar para las personas y una ciudad habitable”, defendió el comisionado de Ecología, Frederic Ximeno.
Entre las actuaciones desarrolladas hasta el momento están haber diseñado y ejecutado dos jardines de especial interés para la biodiversidad –uno en el parque de Joan Miró y otro en los jardines de Valent Petit–, dejar evolucionar céspedes hacia herbazales, sembrar prados floridos, crear setos vegetales mixtos o adaptar la vegetación del litoral. También destaca la erradicación del glifosato y de otros herbicidas químicos en la gestión de las hierbas espontáneas.