Bloque férreo y pegada
Los charrúas son una mezcla ideal de veteranía y juventud
Nunca se debe menospreciar en un Mundial a Uruguay, el país más pequeño del mundo que lo ha ganado dos veces, el protagonista de la mayor hazaña de la historia del fútbol, el célebre maracanazo, la victoria sobre el anfitrión Brasil en el último partido de la liguilla final. Aquello data de 1950, pero su eco todavía persiste y llena de orgullo al equipo charrúa.
Uruguay llega a Rusia tras una buena fase de clasificación, segunda por detrás de Brasil, pero por delante de Argentina. El equipo del veteranísimo Óscar Washington Tabárez se presenta con dos estrellas mundiales en la punta, Luis Suárez y Edinson Cavani, y con una pareja de centrales de solvencia, Diego Godín y José María Giménez, forjados en el entramado defensivo del Atlético de Simeone.
Como siempre, Uruguay destacará por su bloque, un equipo solidario en el que nadie regatea el esfuerzo. Su paso por el Mundial de Brasil fue discreto (octavos de final), pero en el anterior de Sudáfrica fue una de las grandes sorpresas, elevándose a un histórico tercer puesto. Fue la entrada en escena de esta generación de futbolistas que ha triunfado en Europa, con Suárez a la cabeza con un paso brillante por Ajax, Liverpool y Barcelona. No es Suárez, sin embargo, un futbolista que goce del aprecio general. En el último Mundial, su mordisco a Chiellini se hizo viral y se convirtió en una de las imágenes del campeonato.
Para el Mundial de Rusia, Tabárez ha rejuvenecido al equipo en el centro del campo. Ha reclutado a dos jóvenes peloteros formados en el calcio: Rodrigo Betancur, estrella emergente del Juventus, y Lucas Torreira, del Sampdoria. Ellos serán los encargados de manejar el balón y servirlo a una pareja de atacantes muy móvi- les y perfectamente conjuntados.
El camino de Uruguay en Rusia no parece demasiado complicado en la fase grupos, donde deberá vérselas primero con el Egipto de Salah, luego con Arabia Saudí y por último con el anfitrión, Rusia. Los charrúas serían los claros favoritos al primer puesto de no ser Rusia la anfitriona. Como mínimo, deberían quedar segundos. Luego, ya se verá. El Mundial es largo.
Tabárez se considera lejos de los favoritos: “Hay muchos equipos mejores que el nuestro”. Cierto que no está entre los que optan al título, pero nadie le augura una trayectoria demasiado corta. En Montevideo se critica a Tabárez por su conservadurismo táctico. Pero con ese mismo sistema levantó la Copa América en Argentina en el 2011. Y ahora mismo Uruguay es superior al equipo que fue capaz de tumbar a la Argentina de Messi en su casa. Uruguay sabe dar la sorpresa. Es su marca de fábrica. Lo tiene en su ADN desde 1950 en el Maracaná de Río. Nada menos.