Shaqiri pone el ritmo y Xhaka la pausa
En su undécima participación en un Mundial, el combinado nacional de Suiza quiere demostrar su potencial y confirmar con su fútbol por qué ocupa el sexto puesto en el ranking FIFA, su mejor registro histórico. Los helvéticos completaron una fase de grupos casi inmaculada, con un balance de nueve victorias y una sola derrota, pero quedaron por detrás de la Portugal de Cristiano Ronaldo en las eliminatorias debido a la diferencia de goles marcados y encajados. Pese a este pequeño contratiempo, el conjunto de Vladimir Petkovic superó en la repesca a Irlanda del Norte gracias a un tanto de penalti del lateral Ricardo Rodríguez (AC Milan) en Belfast, consiguiendo así su pase definitivo al Mundial de Rusia.
Bajo la batuta de Granit Xhaka (Arsenal) en la medular, los suizos se encomendarán a la inspiración ofensiva de Xherdan Shaqiri (Stoke City), quien tras el descenso de los potters en la Premier League querrá realizar un gran torneo para encontrar un nuevo equipo en el que exhibir su calidad. Los jóvenes como el delantero Breel Embolo (Schalke 04) y el defensa Manuel Akanji (Borussia Dortmund) también podrían tener un papel importante. Con un núcleo de futbolistas de una media de edad baja, la veteranía de hombres como Stephan Lichsteiner (Juventus), Valon Behrami (Watford) o Blerim Dzemaili (Galatasaray) será importante para que la inexperiencia no les pase factura en una cita de estas características, que acostumbra a decidirse por detalles. El gran dilema para Petkovic es la elección en la portería. Durante el camino hacia Rusia ha confiado en Yann Sommer (Borussia Mönchengladbach) bajo palos, pero también cuenta con Roman Bürki (Borussia Dortmund) en la lista.
Con Brasil como clara favorita del grupo E, Suiza deberá pelear por el segundo puesto junto Serbia y Costa Rica para pasar a los octavos de final y así igualar, como mínimo, su papel en Brasil 2014, cuando fue apeada del torneo por Argentina en la prórroga. En el horizonte, los cuartos de final que alcanzaron por última vez en 1954.
En las gradas contarán con el apoyo de Gianni Infantino, presidente de la FIFA.