El atacante del Liverpool es la estrella de Senegal
Corea y Japón 2002 arrancó con un Francia-Senegal que deparó un inesperado desenlace. Les bleus defendían el título conquistado cuatro años antes y eran claros favoritos al triunfo ante unos leones de la Teranga que aquel 31 de mayo debutaban en un Mundial, pero un solitario tanto de Bouba Diop (tras una gran jugada de El Hadji Diouf con ayuda de Fabian Barthez) bastó para romper todos los pronósticos. En aquel equipo, que alcanzó los cuartos de final para caer ante Turquía en la prórroga, el capitán era un Aliou Cissé que 16 años más tarde ha sido el encargado de dirigir desde la banda el regreso de Senegal a un Mundial. Suyo es el mérito de haber creado un conjunto compacto haciendo de las transiciones rápidas su mayor virtud y con una estrella brillando con luz propia: Sadio Mané. El atacante del Liverpool ha alcanzado la madurez futbolística de la mano de Jürgen Klopp y está llamado a comandar la parcela ofensiva de un equipo que sabe abrir el campo para aprovechar el poderío físico de sus jugadores. Mané es el crack sin ningún tipo de discusión, pero otros hombres muy a tener en cuenta en ese ataque son el eléctrico Keita Baldé (made in La Masia), el potente M’Baye Niang y el experimentado Moussa Sow.
Pero si el tejado de la casa no está nada mal, los cimientos también son más que firmes. En la medular Senegal cuenta con varios jugadores de los denominados como box to box, destacando entre ellos Idrissa Gueye. Y en la retaguardia están el imponente Kalidou Koulibaly, curtido en mil batallas como indiscutible en la zaga del Nápoles, y el emergente Salif Sané, una torre de 1,96 metros que constituye toda una garantía en el juego aéreo. En definitiva, el pueblo de Senegal tiene motivos más que suficientes como para ilusionarse y soñar con que esta selección emule a la de Corea y Japón 2002. Sobre el papel, en el grupo H Colombia y Polonia están señalados como los favoritos a lograr el pase, pero si se despistan, los de Aliou Cissé son perfectamente capaces de colarse en los octavos de final. Gran parte de sus opciones se las jugará en el debut frente a Robert Lewandowski y compañía en un duelo de contrastes que promete ser apasionante.