mundial 2018
La selección española afronta en plena combustión su debut más complejo
Rusia se exhibe. Putin aprovecha el Mundial para mostrar el país como gran potencia. Hoy debuta, contra Portugal, la selección española, aún sacudida por la marcha de Lopetegui.
Stalin disfrutó de sus baños termales y Putin la tiene entre sus preferidas. La ciudad balneario de Sochi acoge esta noche el debut de la selección española en el Mundial. Un equipo que bien necesitaría proporcionar un baño al rival y aplicarse un masaje tras los acontecimientos de los últimos días que lo han dejado muy magullado, herido, descompuesto y con un nuevo seleccionador. Hoy arranca la inesperada etapa de Fernando Hierro al frente del banquillo. Lo hace ante el Portugal de Cristiano Ronaldo y en medio de una crisis provocada por Florentino Pérez y Lopetegui, que contraprogramaron a la selección ayer en Madrid presentando al entrenador blanco. Una decisión inaudita pero acorde con la actitud del mandatario madridista. En esta tesitura aparece el balón como terapia o como tortura en función del resultado. Si la pelota entra se pasará página. Si no lo hace, el embrollo corre el riesgo de acentuarse porque las tiranteces son evidentes en la roja. Nadie habló del adversario en la concentración española hasta ayer, y muy poco. Una manera sui generis de tener la mente en un debut que se antoja más crucial que nunca porque si algo necesita ahora la selección es un buen marcador. No lo logró en el estreno ni en Sudáfrica ni en Brasil, donde perdió de entrada, aunque el final de ambos torneos fue muy distinto.
En el precioso Estadio Olímpico Fisht, diseñado sobre la base de una concha de mar para rendir homenaje al joyero ruso Fabergé, tendrá que navegar España por encima de sus problemas internos y de la campeona de Europa. Aquí se inauguraron y clausuraron los Juegos de Invierno y aquí deberá el equipo de Hierro centrarse en el fútbol, como clavo ardiendo al que aferrarse, tras comprobar cómo Lopetegui pasó olímpicamente de ser leal a la Federación.
Es el momento de los futbolistas, de demostrar si tienen la ambición necesaria para tirar hacia delante por encima de capillitas, intrigas y opiniones divergentes sobre la destitución del exseleccionador, diferencias que se produjeron y que sólo la pelota puede paliar porque es en el césped donde los protagonistas tienen la ocasión de sacudirse la crisis. El chiringuito prende de un hilo tras el desgaste y las acaloradas discusiones vividas en la concentración, el fuego ha entrado por la cocina y una derrota avivaría el incendio.
Los jugadores recibieron ayer el calor de decenas de aficionados en su hotel tras un vuelo de 45 minutos en el que los rostros de los futbolistas y del presidente de la Federación, Luis Rubiales, eran muy serios, acordes a la trascendencia de la coyuntura pese a los intentos del nuevo seleccionador de destensar el ambiente con bromas y talante positivo. Son conscientes de la zozobra que se respira a su alrededor pero si no entran en combustión con la tensión necesaria corren el riesgo de ser muy penalizados porque Portugal no es un cualquiera. Es el campeón de Europa y tiene a Cristiano Ronaldo afilando sus botas.
UN GRUPO TOCADO
El viaje a Sochi fue corto pero rico en capillitas y caras largas tras el desgaste mental de los últimos días
El astro portugués nunca le ha marcado a España, a la que se ha medido en cuatro ocasiones, y jamás ha hecho un Mundial de relumbrón pero en un duelo de rivalidad por medirse a sus compañeros del Madrid y también a algunos barcelonistas siempre hay que contar con la posibilidad de que Cristia-
no sea determinante. Todos juegan para él en Portugal. El seleccionador, Fernando Santos, tan coherente como conservador, ha generado un ecosistema que mima a la estrella dentro de un esquema claro. También lo es , o lo era, el de España porque, ¿qué alineación confeccionará Hierro? Pues es una incógnita aunque no debería variar mucho de la planeada por su predecesor porque no ha tenido tiempo de establecer diferencias. Existen las dudas del lateral derecho, con Carvajal saliendo de una lesión y un Odriozola sin experiencia (eso da opciones a Nacho), la de Thiago o Koke en la medular y la eterna del delantero centro. Si es por garra y galones el puesto debería ser para Diego Costa pero Aspas se encuentra fino.
“Se verá la España que quiere jugar bien y que quiere ser protagonista, con nuestras virtudes, una España reconocible”, abundó Hierro, que debuta en un banquillo en la élite. Empieza el técnico la casa por el tejado y confía en que los cimientos los pongan los futbolistas.
De la improvisación tendrá que extraer España imaginación y del caos deberá establecer un cierto orden. Todo lo tenía atado y bien atado tras sumar un total de 20 partidos sin perder pero su tranquilidad saltó por los aires. La auténtica función se representa esta noche aunque parezca mentira tras el teatrillo vivido en Krasnodar el martes y el miércoles. Un Mundial no suele hacer prisioneros.