London Breed
ALCALDESA DE SAN FRANCISCO
London Breed (43) es la primera alcaldesa negra de San Francisco. De perfil moderado y con un pasado difícil, Breed encarna el sueño americano. Nació y creció en los suburbios de la ciudad hasta tenerla ahora en sus manos.
La trayectoria de London Breed no ha sido un camino de rosas. Su ruta se caracteriza, más bien, por sobrevivir a las espinas. Creció residiendo en viviendas públicas de San Francisco. Si algo tuvo en su infancia, eso fue precisamente la ausencia de todo. Pobreza absoluta.
Los cinco miembros de la familia, comandada por su abuela, se sustentaban con 900 dólares al mes. Parte de su alimentación dependía de las ayudas gubernamentales. Reciclar significaba buscar viejos botes de mayonesa entre la basura. La violencia estaba presente. Su hermana murió en el 2006 por una sobredosis. Su hermano está en prisión, según informaciones de los medios locales.
London Breed es la imagen de eso que se dio en llamar el sueño americano. Breed, de 43 años, ha conseguido superar todos los obstáculos para convertirse en la alcaldesa de San Francisco. En una ciudad donde la gentrificación, fomentada por el poderío de los nuevos dueños del universo tecnológico, ha expulsado a muchos afroamericanos
–no representan más que el
5% del censo–, ella, que presidió la junta de supervisores o cuerpo legislativo de la ciudad, es la primera mujer negra que gana la vara de mando.
No es la primer mujer alcaldesa de la gran urbe de la bahía al norte de California. Ya ostentó el cargo Dianne Feinstein en 1978 y hoy una de las veteranas senadoras en Washington. Breed se une al pequeño club de otras 19 mujeres negras alcaldesas en ciudades estadounidenses. Ha hecho historia al romper otra barrera. Es la única en su cargo entre las diez principales metrópolis del país por número de población.
Ocupó el puesto de forma interina en diciembre al fallecer el mayor Ed Lee y antes de presentarse a las elecciones, celebradas este 5 de junio. Sin embargo, la resolución definitiva no se produjo hasta este miércoles, ocho días después. El escrutinio final se retrasó debido a que el resultado era incierto, por ajustado. Hubo que hacer varios recuentos para despejar la incógnita. Mark Leno, el candidato rival, que de ganar habría sido el primer alcalde homosexual, arrojó la toalla y concedió la victoria.
London Breed empezó su carrera como activista comunitaria, un territorio similar al de los inicios del presidente Barack Obama, aunque él se fogueó en el South Side de Chicago.
“Tanto si me votasteis como si no, seré la alcaldesa de todos vosotros”, señaló en una comparecencia pública en la sede municipal.
“Estoy muy esperanzada sobre el futuro de nuestra ciudad. Quiero servir con humildad y honor”, añadió.
Ella llega al máximo mando de un San Francisco marcado con una rampante crisis de personas sin techo, en cuyas calles se acumula la basura, con zonas que son tugurios propios del tercer mundo, mientras los precios inmobiliarios experimentan un boom que hace que muchas familias se vean obligada a mudarse.
Desde el punto de vista político, apuntaron los expertos, su elección supone la victoria de la facción moderada. Aunque había unos cuantos desacuerdos entre los principales candidatos en relación a las grandes cuestiones que afronta San Francisco, el sector más progresista se alineó junto a Leno y Jane Kim. Uno recomendó al otro ante los votantes para que alguien del ala izquierda alcanzara la alcaldía desde que tuvo que dejarla Art Agnos en 1991. Sin embargo, Breed contó con el aliento de los que apoyan el desarrollo de viviendas accesibles, un movimiento alimentado por jóvenes bajo el lema de construir más casas y más rápido.
“Mi mensaje a las nuevas generaciones que crecen pobres –proclamó– es que no importa de dónde vienes ni lo que decidas hacer, tú puedes lograr lo que quieras”.
London Breed es la primera alcaldesa negra de la ciudad californiana
La activista creció pobre, una hermana murió de sobredosis y su hermano está en la cárcel