Maragall anuncia la reapertura de ‘embajadas’
Londres,Roma,Berlín, Ginebra y EE.UU. son las primeras
Ernest Maragall se desplazó ayer a la delegación de la Generalitat en Bruselas para anunciar uno de los puntos básicos de su programa como conseller, reabrir de manera inmediata las delegaciones que se cerraron por la aplicación del artículo 155. “La Conselleria d’Acció Exterior será coherente con su nombre, actuará”, dijo Maragall al desgranar las tres fases de su plan. De manera urgente, volverán a abrir sus puertas las delegaciones en las grandes ciudades europeas, Londres, Roma, Berlín, Ginebra, y también en Estados Unidos, que tendrá su sede oficial en Washington. Estas decisiones se tomarán en breve y la reapertura tendría lugar en dos o tres semanas.
En una segunda fase, la que denominó de consolidación, se reabrirían las delegaciones de París, Lisboa, Balcanes y países nórdicos, también cerradas por el artículo 155. Este proceso, según el conseller, llevará dos o tres meses. Una última etapa, la que calificó de expansión, sería la apertura de nuevas delegaciones, que no precisó, pero que se situarían en América Latina, Próximo Oriente y Asia.
Con la aplicación del artículo 155 cerraron ocho de las nueve delegaciones de la Generalitat en el extranjero. La única que permaneció abierta fue la de Bruselas, aunque, en la práctica, con una reducción considerable de su actividad, se limitó al funcionamiento mínimo indispensable. Precisamente Maragall quiso anunciar sus planes en esta sede de Bruselas, que consideró que fue “una delegación maltratada, por no decir vejada durante los últimos meses”. El conseller fue recibido con aplausos por los trabajadores cuando llegó a la delegación. La intención del conseller es que haya continuidad al frente de las delegaciones, es decir, que en la mayoría de los casos los delegados cesados por el Gobierno español puedan recuperar su puesto. Respecto a la de Bruselas, no quiso anunciar quién se pondrá al frente, aunque deslizó que las gestiones “están avanzadas” y que se sabrá en los próximos días.
Maragall también afirmó que la función de estas delegaciones no será sólo de representar y defender los intereses de Catalunya, sino también de implicarse en los procesos políticos y de debate en el territorio donde estén.
Cuando se le preguntó por los planes del Ministerio de Asuntos Exteriores de contrarrestar el relato de la Generalitat en el extranjero, Maragall advirtió al Gobierno español que su misión no es vigilarlos ni contrarrestar sus mensajes: “Espero que no sea cierto que la misión del Ministerio de Asuntos Exteriores sea de contrarrestar nuestro discurso. Yo no me dedicaré a contrarrestar nada. Nosotros haremos, actuaremos, estaremos presentes, participaremos, tendremos posición en los temas europeos y también en el frente de la democracia y la libertad”. En este punto recordó que su predecesor en el cargo, Raül Romeva, actualmente en prisión preventiva, “es quien tendría que estar aquí”.
Maragall descartó por el momento mantener contactos con el ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell. Dijo que primero tendría que producirse el encuentro entre los dos presidentes, Pedro Sánchez y Quim Torra, que serían los que tendrían que “abrir la mesa del diálogo real”. También añadió que a Borrell no tenía nada que pedirle desde el punto de vista de competencias, y marcó distancias: “Nuestra relación no es de dependencia ni de subordinación. Tenemos un ámbito, unas competencias y las desplegaremos”.
Maragall criticó el dominio de los estados en la Unión Europea, comparándolo a la omertá, “hoy por ti, mañana por mí”, y el papel que juega el ejecutivo comunitario. “La Comisión no es Europa”, afirmó. Quiso contrastar la actitud de las instituciones con la que, a su entender, demuestra la sociedad civil, “más sensible al respeto y el reconocimiento hacia las condiciones en que se desarrolla la democracia en nuestro país”. Maragall también se reunió en la delegación de la Generalitat con dos de los exconsellers instalados en Bélgica, Antoni Comín y Meritxell Serret.
En una segunda fase entrarán en servicio las de París, Lisboa, los Balcanes y los países nórdicos