Las renovables, de nuevo
LA Unión Europea llegó ayer a un acuerdo para comprometerse a que en el horizonte del año 2030 como mínimo el 32% de la energía consumida por los europeos tenga su origen en las renovables, como la eólica, la solar, la hidráulica o la biomasa, entre otras. El acuerdo se sitúa a medio camino de la exigencia de la Eurocámara, que elevaba el porcentaje al 35%, y lo que proponían los países menos ambiciosos, el 27%. La novedad es que el Gobierno español se ha situado, de nuevo, entre los países que apuestan decididamente por las fuentes energéticas renovables, que son, sin duda, las de futuro.
El cambio del Ejecutivo español que preside Pedro Sánchez estaba cantado desde que nombró ministra de Transición Ecológica a Teresa Ribera. El nombre del departamento no deja lugar a muchas dudas sobre el objetivo gubernamental. La persona elegida es, por su parte, una jurista que ha dirigido los últimos cuatro años el Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI), con sede en París. Ribera llega al ministerio con el objetivo de que “España deje de ser un lastre para el cambio climático”, después que las políticas energéticas del gobierno de Mariano Rajoy, en el 2011, supusieran un frenazo a las renovables. Acción que inició su antecesor, el presidente Zapatero, que rebajó las primas que se concedían a esas energías.
España dispone de un recurso natural de un extraordinario valor: su clima, con una presencia del sol casi permanente y con unas condiciones eólicas más que notables. Sol y viento son las fuentes energéticas renovables más importantes, por lo que disponer de ellas es un privilegio. La apuesta por este tipo de energía limpia e inagotable tuvo un enorme desarrollo a partir del año 2000, cuando se empezaron a poblar los parques energéticos de placas fotovoltaicas y de aspas de molinos. En apenas diez años, se alcanzaron niveles del 40% de la energía consumida de ese origen. Pero la apuesta del Gobierno popular por el carbón, así como una fuerte reticencia hacia las renovables, incluido el bloqueo al autoconsumo, frenaron la tendencia hacia las energías renovables.
Es evidente que hay que andar con urgencia hacia un modelo energético diferente que no dependa, como ahora de forma mayoritaria, de las fuentes no renovables, tanto por su impacto en el medio ambiente como porque a la larga son mucho más caras. El Gobierno de Pedro Sánchez, con la ministra Ribera, se ha alineado con los países que tiran del carro. Que dure y que no cunda el ejemplo de José Luis Rodríguez Zapatero y de Mariano Rajoy.