Detenida una universitaria de 18 años por arrojar a su bebé recién nacida
Una mujer telefoneó ayer al mediodía al 112. Pidió hablar con los Mossos d’Esquadra en relación a la investigación de la bebé que el martes apareció muerta en el patio de luces de un bloque de pisos del barrio de Gràcia. La señora explicó que su hija, de 18 años, le acababa de explicar que la niña era suya, que la parió cuando estaba sola y que la arrojó al vacío. La madre no supo hasta ayer que su hija estaba embarazada.
El martes por la mañana, otra mujer, la vecina del tercero segunda del número 231 de la calle Roger de Flor de Barcelona, también telefoneó al 112. Ella contó que había salido a tender la ropa al lavadero y que le parecía ver una muñeca en el suelo. Pero que era extraño porque el día anterior no estaba allí.
Una patrulla del distrito de Gràcia se acercó hasta el bloque, accedió al patio de luces y confirmó que la muñeca era una bebé de horas que todavía tenía el cordón umbilical. La autopsia confirmó horas después que el cuerpo fue arrojado al vacío y que la niña había nacido con vida.
El grupo de homicidios de los Mossos d’Esquadra de Barcelona, con el apoyo de la unidad de investigación de la comisaria de Gràcia, se hizo cargo de la investigación. Se inició entonces un puerta a puerta. Los agentes preguntaron, piso por piso, a todos los vecinos que recordaran a todas aquellas mujeres embarazadas que tenían vistas del barrio. Y así, con calma, los investigadores realizaron un listado. Una especie de censo para determinar quién vivía en cada casa, y cuántas mujeres habían.
Los investigadores trabajaron las primeras horas con la posibilidad de que la mujer se colara en el patio de luces, desde el acceso al bloque. La estancia está cerrada con llave y sólo tres inquilinos del inmueble la tienen. La presidenta, el presidente en funciones y un tercero, por si los otros dos no están. Ninguno de los tres recordaba haber dejado la puerta abierta en un descuido. Pero podía pasar que la persona que abandonó al bebé hubiera visto el acceso libre, se hubiera colado y dejado al recién nacido.
La autopsia confirmó después que la bebé presentaba heridas compatibles con haber sido precipitada desde una cierta altura. La investigación cambió entonces, centrándose en la posibilidad de que una persona arrojó al recién nacido desde un piso superior. También pudo acceder a alguna de las dos terrazas de los dos bloques distintos que comunican con el patio de luces.
La joven, de 18 años y universitaria, decidió tirar adelante con su embarazo y ocultarlo a ojos de todo el mundo. Nadie en su entorno, ni siquiera sus padres, con los que vivía, tenían conocimiento de que la adolescente esperaba un hijo. El martes parió sola y decidió deshacerse de la criatura. Tras dos días manteniendo un complicado silencio, el jueves se derrumbó y se lo contó todo a su madre. La mujer decidió entonces avisar a los Mossos d’Esquadra.
El grupo de homicidios llegó ayer al domicilio de la familia y procedió a la detención de la joven. Un arresto que se hizo con discreción,
La madre de la joven, que no sabía que su hija estaba embarazada, fue la que avisó a los Mossos
sin levantar sospechas entre el resto de inquilinos del bloque en el que reside, para preservar la identidad de la joven y muy especialmente del resto de su familia. La detenida pasará a disposición judicial en las próximas horas. Está acusada de un homicidio.