A la caza del punto caliente
Drones y helicópteros revisan que las líneas eléctricas y la vegetación mantengan la distancia suficiente para reducir el riesgo de incendio
Como si fuera un buitre a punto de devorar a su presa, el helicóptero sobrevuela la torre eléctrica que sube por una loma de la montaña. Con dos pantallas llenas de información, el técnico a bordo del aparato va a la caza de posibles anomalías, lo que en el argot técnico denominan “puntos calientes”. Las imágenes obtenidas con las cámaras de alta definición que lleva el helicóptero de Endesa en el frontal le permiten detectar cuando algún cable tiene una temperatura superior a la correspondiente y corre riesgo de sobrecalentarse.
Un cable más caliente de la cuenta no se ve a simple vista y es fundamental detectarlo a tiempo. Puede dejar sin suministro a los vecinos y, algo mucho más peligroso, es capaz de provocar un incendio. La inspección aérea se lleva a cabo estos días sobre unas montañas que hace 24 años fueron pasto de las llamas en el incendio más grande de Catalunya, que devoró gran parte de los bosques del Bages. El paso de los años ha devuelto el verde a esta zona que a estas alturas del calendario ya tiene los primeros campos segados.
La tecnología se ha convertido en una aliada fundamental en la prevención de los incendios. Endesa ha extendido el uso de un escáner laser en el helicóptero que mide el cumplimiento de la distancia reglamentaria entre los cables y la vegetación. El responsable de líneas de media y baja tensión en la Catalunya Central, Marcos Lalueza, asegura que de esta manera “se detectan posibles necesidades de tala y poda de los árboles, arbustos o sotobosque en el entorno más cercano de los cables eléctricos”.
La ofensiva contra los puntos calientes, en la que Endesa invierte 24 millones de euros este verano, la completan los drones, que complementan el trabajo de los helicópteros desde hace unos años. Son unos aparatos que evolucionan rápidamente y cada temporada presentan novedades cada vez más potentes. La última es una tecnología para verificar la amplitud de los corredores de seguridad que hay bajo las líneas eléctricas. La información que captan, además, queda georeferenciada para futuras actuaciones en los cortafuegos.
“Donde no llega el dron, lo hace el helicóptero y viceversa”, resume el responsable de líneas de alta tensión, Carles Amills. Y a los que puede llegar cualquiera se hacen a la vieja usanza, a pie o en coche, pero con el mismo arsenal técnico. Hay trabajo para todos ya que algo más de la mitad de los 98.127 kilómetros de líneas eléctricas que tiene Endesa en Catalunya son aéreas, la mayoría de ellas cruzando espacios verdes.
En materia de prevención este año se realiza una prueba piloto que se está llevando a cabo en la comarca del Bages para reducir la masa vegetal que crece en las bases de los postes eléctricos. En puntos muy concretos “se aplica un tratamiento con enzimas y diferentes procesos de compactación de la tierra para reducir la absorción de agua y evitar así que crezca la hierba”, explica el ambientólogo del proyecto, Marc Coromines, que deja claro que no tiene ningún efecto negativo sobre el medio ambiente. Para que la vegetación vuelva a crecer simplemente hay que labrar la tierra.
La prueba se realizó inicialmente en el parque natural de Montserrat y los primeros resultados fueron buenos. En colaboración con los Agents Rurals, ahora se monitoriza en una subestación de Manresa y se amplía el proyecto a otros puntos de la Catalunya Central para reducir el riesgo de incendio en el entorno de esos postes a los que tienen que acudir con cierta frecuencia los técnicos de Endesa para realizar maniobras y actuaciones periódicas. La intención es extender el sistema a otros lugares en los próximos años, como se hizo en su momento con las inspecciones en helicóptero y dron, que ya se han consolidado y ahora revisan todas y cada una de las líneas de media tensión de Catalunya en un plazo de tres años como máximo.
Endesa aplica un nuevo tratamiento natural en terrenos del Bages para evitar que crezca la hierba bajo los postes